Los objetos del universo mironiano
Una exposición del Museo Es Baluard de Palma se adentra en el santuario creativo del pintor, a través de las fotografías de Jean Marie del Moral recogidas en el libro El ojo de Miró
Baleares
En 1978 el fotógrafo Jean Marie del Moral consiguió adentrarse en el entorno creativo de Joan Miró, un universo formado por colores vivos, formas redondeadas, el silencio del Mediterráneo y el arte popular.
Objetos que el pintor había ido recogiendo fueron adquiriendo su lugar en el taller diseñado por el arquitecto Josep Lluis Sert y constituyeron el santuario creativo de Miró.
De las instantáneas tomadas décadas después, a lo largo de 2014, se nutre la exposición que se inaugura mañana en el Museo Es Baluard de Palma y el libro El ojo de Miró que la Fundació Pilar i Joan Miró acaba de presentar.
Se trata de un volumen que el propio Joan Miró anheló en los años 40, cuando fantaseaba con la idea de ensalzar todos esos objetos a la categoría de musa.
Tarjetas postales, artesanías rústicas, "curritos" -títeres que parecen sacados de sus cuadros- o los grafitis estampados por el propio artista en las paredes de su taller componen el corpus de esta muestra.
"Cada uno había hallado el lugar que le correspondía en aquel taller blanco", recuerda Jean Marie del Moral. Su labor ha consistido en destapar "el alma de todas esas cosas, algunas de ellas, aparentemente, meras baratijas".
"Miró era un hombre que no hablaba mucho, pero tenía una mirada excepcional. Era como un escritor que escribe una frase; cada uno de esos objetos es una palabra, le daba una vida diferente a cada pieza", afirma del Moral.
El fotógrafo inició su carrera periodística como corresponsal de L'Humanité; siguió para este periódico los movimientos sociales en Francia y fue testigo de la Revolución de los Claveles en Portugal.
Su encuentro con Joan Miró se produjo en la representación de Mori el Merma, un espectáculo teatral cuyo estreno en la Barcelona de la Transición supuso toda una revolución.
Miró había diseñado el decorado y el vestuario: "el público le aplaudió durante cuarenta y cinco minutos", evoca. A partir de ese momento, Jean Marie del Moral dedicó su carrera a fotografiar a pintores y escultores, lo que le ha llevado a compartir a través de su cámara la intimidad creativa de artistas como Tàpies, Antonio Saura, Julian Schnabel, Roy Lichtenstein o Miquel Barceló.