La Policía de Estados Unidos mata a dos personas al día
Las cifras son superiores a las ofrecidas por el Gobierno ya que las autoridades locales no están obligadas a elevar los informes
Manifestación en el barrio de Baltimore por la muerte de un negro a manos de la Policía. / JIM BOURG (Reuters)
Madrid
Una media de más de dos personas al día han muerto a manos de la Policía en Estados Unidos en lo que va de año 2015, según ha informado el diario The Washington Post.
Las estadísticas a nivel nacional están incompletas –o, incluso, no están disponibles– puesto que los departamentos de la policía local no están obligados a enviar los informes al gobierno federal. Así, el periódico americano ha contabilizado los fallecimientos a lo largo del territorio.
En lo que va de año, y siempre según el diario, la Policía ha matado a 385 personas. Las cifras son notablemente superiores a las contabilizadas por el Gobierno en la última década ya que el envío de información por parte de los departamentos de Policía es voluntaria.
El Post halló que muchas de las muertes surgen de incidentes menores entre la policía y miembros de la comunidad, que se tornaron violentos de forma imprevista.
En un caso, por ejemplo, la policía de la ciudad de Miami Gardens, en Florida, abatió a un esquizofrénico que sacudía una escoba. Su madre había llamado a la policía porque no podía persuadir a su hijo para que ingresara a la casa debido al frío.
Aún así, la mayoría de los fallecidos este año estaban armados con objetos potencialmente letales, principalmente armas de fuego, pero también cuchillos y otros elementos. Mientras que tan solo el 16% estaba desarmado o portaba un arma de juguete.
Esta información se produce en un momento en el que se ha abierto un debate sobre el nivel de violencia que aplica la policía, en particular con las comunidades negras o latinas. En los últimos meses se han dado varios casos en Baltimore, Ferguson o Nueva York (este), desatando manifestaciones callejeras.
Además, los negros fueron abatidos por la policía a una tasa tres veces mayor que los blancos o integrantes de otras minorías.
