Amnistía Internacional acusa a Hamas de cometer “crímenes de guerra” en Gaza
La publicación del informe de AI coincide con un aumento de la tensión en Gaza
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A Palestinian shepherd herds livestock as a man sits near residential buildings, that witnesses said were heavily damaged by Israeli shelling during a 50-day war last summer, in Beit Lahiya town in the northern Gaza Strip May 25, 2015. REUTERS/Suhaib Sale / SUHAIB SALEM (Reuters)
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Jerusalén
Secuestros, torturas y ejecuciones sumarias en público: en un informe publicado este miércoles la ONG Amnistía Internacional (AI), ha acusado al movimiento de resistencia islámico Hamas, que controla la franja de Gaza, de haber llevado a cabo una “brutal campaña” contra presuntos colaboradores, que estarían suministrando informaciones a Israel y contra adversarios políticos, durante la ofensiva militar israelí contra Gaza del pasado verano.
La publicación del informe de AI coincide con un aumento de la tensión en Gaza, desde donde fue disparado un cohete de medio alcance el martes por la noche, en dirección al sur de Israel, donde no provocó víctimas ni daños. En respuesta, el ejército israelí bombardeó cuatro puntos del sur de la Franja. Según un portavoz militar los objetivos eran “infraestructuras terroristas”, concretamente campos de entrenamiento de milicias que se encontraban vacíos. No se han registrado víctimas del lado palestino tras este ataque.
En su informe AI detalla, basándose en testimonios de las víctimas o de sus familiares, los “abusos” cometidos por el movimiento, comenzando por la “ejecución extrajudicial de al menos 23 palestinos y la detención y tortura de decenas más, en especial miembros y simpatizantes del Fatah”, movimiento político rival, al que pertenece el presidente palestino Mahmud Abbas.
En palabras textuales de Philip Luther, director del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, “estos actos estremecedores, algunos de los cuales constituyen crímenes de guerra, tenían por objeto vengarse y sembrar el terror en toda la Franja de Gaza.”
“Es verdaderamente horrible que, cuando las fuerzas israelíes estaban causando muerte y destrucción masiva a la población de Gaza, las fuerzas de Hamás aprovecharan para saldar despiadadamente cuentas, perpetrando homicidios ilegítimos y otros abusos graves”, consideró Luther.
Durante la guerra de julio y agosto de 2014, murieron al menos 2.200 palestinos, la mayoría de ellos civiles, según la ONU, y 73 israelíes, 67 de ellos soldados.
Especialmente impresionantes son las descripciones de las ejecuciones públicas de presuntos colaboradores, una campaña bautizada por Hamas “Estrangular cuellos”, afirma el informe de AI. Una de esas ejecuciones se llevó a cabo el 22 de agosto de 2014 a las puertas de una mezquita de Gaza en presencia de decenas de personas, entre ellas niños, asistieron al ajusticiamiento de seis presuntos “colaboradores”.
“Encapuchados, los arrastraron por el suelo y los situaron, de rodillas, junto a una pared, de cara a la multitud; entonces pegaron a cada uno un tiro en la cabeza, antes de acribillarlos a todos a balazos”, describe AI. Además, hubo represalias contra miembros del Fatah en la Franja o contra antiguos integrantes de las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina.
“El cadáver de mi hermano presentaba marcas de tortura y disparos de bala. Tenía rotas las piernas y los brazos (…) Estaba acribillado a balazos, tenía alrededor de 30 (…) y en la nuca no había cerebro. Lo destrozaron en prisión” describe en el informe el hermano de un ex agente de la policía palestina, que había sido detenido en 2009 y cumplía una pena de 15 años por “colaborar” con Israel pero fue ejecutado el pasado agosto.
AI resalta que ninguna persona ha rendido cuentas ante la justicia por estos delitos, que pisotean las “normas básicas del derecho humanitario”. Para la ONG las autoridades de la Franja y los líderes de Hamas “fomentaron y facilitaron continuamente estos terribles delitos contra personas indefensas” y “tienen las manos manchadas de sangre”.
AI pide a la Autoridad Palestina, basada en Ramallah (Cisjordania) y a los líderes de Hamas, que “cooperen con los mecanismos independientes e imparciales de investigación” para llevar a los culpables ante la justicia.
En dos informes anteriores AI acusó a Israel de crímenes de guerra durante la guerra de Gaza de 2014. Los líderes palestinos desean que Israel rinda cuentas por sus actos en Gaza ante la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya, organismo en el que Palestina acaba de ser incluido como miembro.
Tensión en Gaza
El proyectil lanzado desde la Franja el martes por la noche fue el tercero desde la entrada en vigor de la tregua del pasado agosto, pero la prensa israelí destaca que se trató de un cohete de medio alcance, que puede recorrer una distancia de hasta 40 km, es decir, mucho más potente que los lanzados en los últimos meses.
Ningún grupo palestino ha reivindicado el disparo y según apuntan medios locales, el origen del problema pudo ser una disputa interna en una milicia palestina, la Yihad islámica.
Sin embargo, la respuesta de Israel fue contundente. “Israel no tiene ninguna intención de ignorar el fuego de cohetes contra sus ciudadanos”, declaró el ministro de Defensa Moshe Ya’alon en un comunicado.
El responsable advirtió de que “Gaza pagará un alto precio” si continúan los disparos de cohetes. “Hamas debería reprimir cualquier intento de abrir fuego contra Israel porque en ese caso tendremos que actuar con fuerza. No aconsejo a nadie que nos ponga a prueba”, recalcó Ya’alon.
Sin embargo y aunque el alto el fuego entre Hamas e Israel parece peligrosamente frágil este miércoles, en Israel y en Palestina, analistas dan a entender que a ni al recién estrenado gobierno israelí ni a un debilitado Hamas les interesa provocar una nueva guerra.