Marruecos niega los datos del informe de torturas de Amnistía Internacional
El Ejecutivo marroquí condenó la "parcialidad" y la "falta de objetividad" del último informe de la organización, que señaló a Marruecos, junto a otros países, por torturar a personas
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(Getty Images)
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Rabat
El Gobierno marroquí no se hizo esperar en esta ocasión. Una hora más tarde de que Amnistía Internacional hiciese público el informe 'La sombra de la impunidad', sobre las torturas en Marruecos y en el Sáhara Occidental, organizó una rueda de prensa para negar las acusaciones.
Mediodía de ayer en la Biblioteca Nacional de Rabat, en el mismo barrio en el que Amnistía Internacional atribuía 173 casos de malos tratos en el país entre 2010 y 2014. El secretario general de la Delegación ministerial de Derechos Humanos, Abderrazak Rouwane, aseguraba que "el informe de AI contiene informaciones totalmente falsas. La metodología de la preparación del informe, los investigadores que lo han hecho se han equivocado desafortunadamente. Se basan en casos aislados y no han hecho las investigaciones para llegar a una conclusión. Así que nosotros rechazamos el contenido del informe".
Por su parte, el presidente de la sección nacional de Amnistía Internacional, Driss Haidar, defendía a la SER que "nuestra organización trabaja en el terreno, los investigadores han estado aquí trabajando. No podemos coger información así como así y elaborar un informe. Se pretende hacer presión sobre el Gobierno marroquí, en este caso, para que revise su actuación política sobre este tema".
Desde la Delegación ministerial de Derechos Humanos también se destacó el esfuerzo que el Gobierno marroquí está llevando a cabo en cuanto a reformas en el ámbito de la justicia. Las autoridades van a poner en marcha un mecanismo de prevención de la tortura del que se encargará el Consejo Nacional de Derechos Humanos. Este organismo garantiza que los observadores nacionales no tengan que avisar con anterioridad de sus visitas a las cárceles y que la comunidad internacional pueda solicitar la visita de altos cargos, como embajadores o cónsules. "AI está ignorando el recorrido en materia de derechos humanos y se basan en las ideas preconcebidas sobre la tortura en Marruecos", criticó Rouwane.
Es la primera vez que una institución gubernamental convoca una rueda de prensa posterior a algún informe de derechos humanos. Pero bien es cierto, que las autoridades marroquíes se empiezan a rodear de asesores que quieren terminar con la imagen de oscurantismo que tienen los dirigentes en este país. También juega un rol importante en esta apertura la presión de los organismos internacionales que subvencionan proyectos y las empresas europeas que se están instalando en Marruecos para externalizar sus servicios.