El mejor Nadal se aparece en Madrid
El campeón defenderá su corona en la Caja Mágica después de ganar a Berdych 7-6/6-1 en su mejor partido de la temporada
El Berdych más sólido de siempre frente al Nadal más dubitativo. Esa era la premisa para un partido en el que presumiblemente la altura jugaría un papel crucial a la hora de restar servicios. Así empezó el mayor examen para Rafa de los últimos meses, un choque de vértigo y sin margen de error.
Sin embargo el partido empezó y en nada se pareció al guion que todos esperábamos. Berdych no fue ni el sacador, ni el pegador, lo fue Nadal. El centroeuropeo planteó un partido muy tibio en cuanto a agresividad y se dedicó a pasar bolas profundas esperando que Rafa tuviese que coger la iniciativa. De la mano de Vallverdú, Tomas se ha vuelto un jugador mucho más contragolpeador y cerebral.
En esa tesitura Nadal se vio obligado a tomar las riendas del choque y atacar. Una batalla tremendamente táctica y en manos de los servicios. Y la ganó el español, que hizo valer su acierto con el primer saque frente a la potencia del checo. También estuvo mejor al resto, donde Rafa tuvo dos bolas de break frente a un Berdych que apenas ganó seis puntos al resto en el primer parcial. Pese a todo, la manga se decidió en el desempate y ahí se apareció el gran Nadal.
Nadal vuelve a sentir la derecha
El segundo acto sirvió para confirmar las evidencias tras tres partidos y medio del manacorense, ya está aquí. Berdych se mantuvo muy desatinado al saque, muy por debajo del 50% en algunos lances, y Nadal le machacó sin parar con resto increíbles y contragolpes dignos de épocas anteriores.
Rompió el saque relativamente pronto y ya con esa tranquilidad, Rafa abrió el tarro de las esencias y comenzó a sentirse cómodo con la derecha. Sobre todo con la derecha paralela, “la que da dinero”, que diría Andre Agassi. La táctica de Berdych de dar ritmo a su rival estaba saltando por los aires, consiguió justo lo contrario: le dio confianza y despertó al monstruo de su letargo.
Nadal certificó su pase a la final con el público entregado y una exhibición de golpes que él mismo echaba de menos. El campeón defenderá su corona y lo hará seguramente en su mejor momento de la temporada. Nadal ya está aquí.