Nadal gana; Dimitrov se desquicia
El campeón jugará las semifinales del Mutua Madrid Open tras ganar a Dimitrov 6-3/6-4 en un partido errático muy irregular
“Dimitrov es uno de esos rivales que te pone en tu sitio”, advertía Nadal en la víspera del choque de cuartos de final. Y seguramente lo decía más por sí mismo que por rival, en los partidos de altura este año Rafa solo ha ganado a Ferrer en Montecarlo. Bajo esa presión el partido arrancó oscuro y muy discontinuo, pero siempre según el guion elegido por Nadal.
El español es un especialista cuando juega frente a tenistas con revés a una mano, valiéndose de su condición de zurdo y de su capacidad para dar altura a la bola con su derecha cruzada. Con esos ingredientes, Rafa se dispuso a bombardear el golpe más inestable de su rival y tratar de desmigar su tenis. Así llegó el primer break del choque, gracias a un enorme ‘passing’ de revés en carrera. El primero pero ni mucho menos el último.
Ese desequilibrio abrió la caja de Pandora y el partido se volvió totalmente imprevisible, alternando puntos de gran nivel con errores pueriles. Se rompieron el saque mutuamente y en ese caos quizás Nadal se maneja mejor que nadie. Falló menos que Dimitrov y sacó algo mejor el búlgaro. Volvió a romper su saque y se llevó el primer parcial 6-3.
Dimitrov se pierde en el partido
En un partido sin un patrón claro y donde los errores marcaban el camino, Dimitrov aprovechó un momento de sesteo de Nadal al saque para tomar la iniciativa. El de Haskovo se puso 3-1 arriba, sin embargo le faltó creer y algo de puntería en los momentos clave del partido. Desconcertado con su revés y muy incómodo con la derecha, Grigor tuvo infinidad de oportunidades para llevarse el set, aunque eso nunca ocurrió.
Con 4-4 tuvo una bola de rotura que sería casi definitiva, pero su segundo golpe se fue largo y Rafa pudo salvar la situación. Instantes antes, el discípulo de Rasheed reventó su raqueta contra la arcilla, como muestra del desasosiego y la ansiedad que estaba sufriendo.
Y es que Nadal ganó un partido como muchas veces lo ha hecho en su carrera, logrando que su rival jugase mal, desquiciándolo de inicio a fin desde la estrategia. El reto siguiente es mayúsculo, porque se medirá seguro con un sacador: el que gane el Berdych-Isner, ahí no habrá margen de error. Rafa sigue cargando la pilas y la moral en Madrid.