Isco... y nada más

El Real Madrid sabía que se enfrentaba este sábado a un plebiscito complicado tras los cuatro goles encajados ante el Atlético. Y el examen del Bernabéu no le salió demasiado bien. Porque el equipo de Ancelotti superó el partido, pero lo hizo con más dificultades de las previstas ante un Deportivo al que le había metido ocho goles en casa en el partido de la primera vuelta.

Hubo pitos de la afición blanca para casi todos. Para Cristiano por su fiesta, para Ancelotti por los repasos que le da Simeone, para Casillas por el disparo de Tiago que no fue capaz de atajar… El Bernabéu solo indultó a uno de sus antojos: Isco. Y fue precisamente el andaluz el que ofreció lo mejor del Madrid a la grada. Sobre todo el gol que abrió el marcador.

No fue un tanto cualquiera, porque el Deportivo acudió al Bernabéu sin complejos, con ganas de explotar las dudas mostradas por los blancos desde que arrancó 2015. El exbarcelonista Cuenca intentó sorprender por dos veces a Casillas. A punto estuvo de adelantar a los suyos en el marcador, pero su primer disparo lo desvió el guardameta y el segundo, muy colocado, se marchó fuera.

Superó el Madrid el trago y jugó los mejores minutos de todo el partido. Sin embargo, antes del gol de Isco se estrelló dos veces contra el larguero de la portería de Fabricio. Cristiano fue el encargado del primer disparo. Bale hizo el segundo.

Pero tuvo que aparecer Isco para cambiar el escenario. La jugada estaba destinada al gol de Cristiano, pero el portugués falló inexplicablemente en la línea de fondo -tras un gran centro de Benzema-, aunque la jugada siguió para que Isco recibiera dentro del área del Deportivo y definiera con una clase providencial. Lo mejor del partido.

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Y es que nadie más fue capaz de hacer cosas similares. Cristiano sigue pareciendo un jugador distraído desde que fue expulsado en la jornada 20 ante el Córdoba. Eso sí, su calidad le dio para ese tiro al larguero y para asistir a Benzema en el segundo gol del Madrid. Pero no fue el Cristiano de siempre.

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Tampoco supo imponer el Real Madrid su calidad en el centro del campo. Cavaleiro, Pérez y Cuenca tuvieron facilidades para moverse entre los centrocampistas blancos y llegar con peligro hasta la portería de Casillas. De hecho, en el arranque de la segunda mitad los jugadores del Deportivo a punto estuvieron de empatar el encuentro.

Borges lanzó un disparo al palo y luego Riera conectó un remate de cabeza que sacó Iker Casillas. En ese momento, el Madrid sufría más de la cuenta y era sabedor de que había partido.

Lo hubo hasta que Benzema hizo el segundo tanto del partido. Buena la definición del francés, que picó la pelota por encima de Fabricio para llevar la tranquilidad al balón… y a la grada. Ahí murió el partido, al que ya solo le faltó el tercer tanto del Real Madrid. Lo volvió a intentar Cristiano en un disparo acrobático tras un centro de Jesé desde la derecha. La pelota se marchó fuera porque no era su día.

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El Madrid suma otros tres puntos que le permiten seguir comandando la Liga a pesar de las dudas, de los pitos de la grada y del momento de forma que viven algunos de sus jugadores, como su principal estrella. Ahora le llega a los blancos la Champions League, una competición que les obligará a elevar su nivel si quieren que la próxima temporada tenga el final feliz de la anterior.