Netflix se verá en Cuba, ¿y en España?

El reciente proceso de apertura de conversaciones entre EEUU y Cuba ya muestra sus primeros síntomas de cambio. Pequeños, pero no dejan de ser llamativos. Por ejemplo, que la plataforma de televisión online Netflix (propietaria de series como 'House of Cards', 'Orange is the New Black' o 'Marco Polo') ya está disponible en territorio cubano.

Sorprende la llegada de Netflix a Cuba por varios factores. Uno logístico: Netflix es una servicio de televisión y cine en streaming, que emite por internet, con lo que es preciso que el hogar que contrate Netflix tenga una conexión de banda ancha (mínimo 2,3 Mbps). Tan solo una pequeña parte de la población cubana tiene acceso a banda ancha.

Tampoco parece atractivo para un cubano medio el coste mensual de Netflix. Por unos 6-10 euros (en función de si el servicio es en HD o no), se puede acceder al catálogo completo de Netflix. El problema es que este coste representa una gran parte del salario medio mensual cubano, lo que excluye a todas las clases medias y bajas de poder convertirse en clientes de la plataforma norteamericana.

España sigue esperando a Netflix, ¿por qué?

Pese a todo esto, Netflix llega a Cuba... como llegó a Europa, donde ya está disponible desde hace unos meses en Reino Unido, Alemania, Francia, Austria, Bélgica, Suiza y Luxemburgo. En España aún no.

Diversas informaciones aseguraron durante todo 2014 que 2015 era el año fijado por Netflix para su desembarco en nuestro país. La plataforma norteamericana o bien las ha desmentido o bien no ha confirmado nada.

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Evidentemente, Netflix está valorando la opción de llegar a España -como lo hace con otros países-. En ese tanteo, a Netflix parece echarle para atrás la legislación española en lo tocante a leyes de propiedad intelectual, que podrían reducir considerablemente el catálogo que Netflix podría ofrecer en España.

También preocupa a Netflix los números de piratería en España así como el hecho de que gran parte de sus potenciales consumidores en nuestro país no estén dispuestos a pagar por ver en internet determinados contenidos como series o películas.