Resino salva los muebles en su debut
Reparto de puntos en Riazor que no mejora la situación de ninguno de los dos equipos. Los gallegos acabaron con diez jugadores por la expulsión de Luis Fariña
El centrocampista del Deportivo de La Coruña, Lucas Pérez (i), protege la pelota ante Fran Rico (d), del Granada. / Cabalar (EFE)
El Deportivo se ha dejado dos puntos y la diferencia de goles particular con el Granada (2-2) en el debut de Abel Resino como entrenador del conjunto andaluz. El equipo coruñés, que afrontó los últimos minutos con diez por expulsión de Luis Fariña, se repuso de un tanto de Piti en la primera parte y controló la segunda hasta que su rival, que lleva dieciséis jornadas sin ganar, se encontró el empate y el premio del golaveraje en una falta e incluso pudo llevarse el triunfo en el último ataque.
El partido se presentaba como una final para el Granada en el debut de Abel en el banquillo y el estreno de Emanuel Insúa en la Liga BBVA y los andaluces se metieron antes en el encuentro que el Deportivo, dormido al mediodía. El que lo aprovechó fue Piti, que recibió el balón en el área a los siete minutos, recortó a Sidnei, retrocedió hasta la frontal, se posicionó para el disparo y colocó un zurdazo con rosca a la derecha de Fabricio, que se estiró pero no llegó.
El Deportivo quedó aturdido en el césped, incapaz para elaborar juego ofensivo y frágil en defensa, donde el Granada encontró facilidades que desperdició. El Arabi, libre de marca, remató mal un centro del valencianista Róber Ibáñez al cuarto de hora y Lass Bangoura desperdició en el minuto 28 un contraataque en el que el Granada había vuelto a descubrir las vergüenzas del Deportivo.
Los de Abel le dieron vida al equipo coruñés, que se levantó en el último tramo del primer periodo y le dio la vuelta al marcador. Empató con una acción que nació de un pase preciso de Álex Bergantiños a Oriol Riera que el delantero estrelló en el portero pero que recogió José Rodríguez a tiempo para marcar. El centrocampista cedido por el Real Madrid, que se ha habituado a jugar como interior, participó también, cuatro minutos después, en la jugada de la remontada, un acto de fe del defensa brasileño Sidnei. El ex del Espanyol protagonizó una de sus subidas al área contraria, sirvió el esférico a Rodríguez, acompañó la jugada, recibió el balón en el punto de penalti y Lucas Pérez, en su vuelta al once, finiquitó el ataque con éxito para celebrar que su lesión de rodilla está superada.
El Deportivo, que llegó al descanso con menor posesión que el Granada, recuperó el esférico en el segundo periodo, en el que controló los tiempos y manejó el partido prácticamente a su antojo porque el Granada apenas era capaz de inquietarle. Pero el equipo de Víctor Fernández no finiquitó el encuentro en un disparo de Cavaleiro que atajó Oier ni en un par de acciones del argentino Luis Fariña en su vuelta al equipo tras una lesión muscular.
El Granada, que apenas había hecho nada en el segundo tiempo, resurgió a balón parado cuando solo quedaban siete minutos y, con el acierto de Róber Ibáñez, rescató un punto y el golaveraje particular, que puede ser decisivo a final de temporada.
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