Valls admite que en la periferia urbana de Francia hay apartheid social y étnico
Son males incubados desde hace tiempo que roen la sociedad, según el primer ministro francés
París
Dos semanas después de los atentados provocados por tres jóvenes franceses de origen inmigrante, el primer ministro Valls reconoce que en Francia “hay males profundos incubados desde hace tiempo que roen” la sociedad. El jefe de Gobierno afirma que existe un "un apartheid territorial, social y étnico". Sin tratar de buscar disculpas a lo acontecido, el Jefe del Gobierno no renuncia al debate sobre la miseria y desesperanza en la que crecen muchos jóvenes franceses.
En Francia se ha impuesto “la relegación en la periferia urbana, los guetos, un apartheid territorial, social y étnico”, afirmó Valls. “A la miseria social se añaden las discriminaciones cotidianas por no tener el buen apellido, por el color de la piel, o bien por ser mujer", añadió durante la felicitación del año nuevo a los medios de comunicación.
Nada de todo esto justifica los atentados, “pero debemos ver la realidad del país”. Las duras palabras de Valls son muestra de que el Gobierno y el presidente (cuya popularidad ha aumentado en dos dígitos en un mes) no van a pasar página, y limitarse a medidas de seguridad, como el aumento de policías y militares como respuesta al asesinato de doce personas tras atacar a la redacción de Charlie Hebdo y de cuatro judíos en un supermercado. Sino que desean emplearse a fondo con políticas sociales y educativas a largo plazo.
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El gran reto del país y los franceses es reformar la ciudadanía – término que Valls prefirió al de integración al juzgar que éste ha perdido su significado- y luchar desde la guardería contra la desigualdad y por el laicismo. "No tenemos derecho al fracaso" porque en otro caso "la respuesta de los franceses será implacable". "Tenemos que combatir a diario contra ese sentimiento terrible de que hay ciudadanos de segunda o votos que cuentan más que otros", agregó.
Valls empleó ya la crítica palabra “apartheid” en 2005, cuando se produjeron rebeliones en el “banlieue” (localidades que circundan la capital). Pero entonces él no era jefe de Gobierno sino tan sólo alcalde de Evry, un pequeño municipio con tensiones sociales al sur de París.
Este miércoles el Consejo de Ministros dará luz verde a los primeros proyectos legislativos para mejorar la coordinación de los distintos servicios secretos. Los sospechosos de pertenecer a células terroristas deberán estar mejor observados y sus movimientos y residencias notificados.
El jueves se presentarán algunas ideas en el campo educativo. Los franceses están muy impresionados de que algunos adolescentes se negaran a seguir el minuto de silencio por las víctimas de los atentados y que consideren que en Francia hay distintos raseros para medir la libertad de expresión.