El Atlético da una lección de eficacia
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Los jugadores del Atlético de Madrid Fernando Torres, y el uruguayo Diego Godín celebran el gol marcado ante el Granada por su compañero, el croata Mario Mandzukic (d-atras), durante el partido de la decimonovena jornada de Liga de Primera División disput / Javier Lizón (EFE)

El partido incitaba al Atlético a no confiarse. Eufóricos tras una eliminatoria trepidante y victoriosa ante el rival de toda la vida, los rojiblancos recibían a un Granada convulso después del despido fulminante de Caparrós. Con todo esto en la coctelera y sumado a la victoria del Madrid, el Cholo debía motivar a los suyos para seguir en liza por Liga.
Con Griezmann en el banquillo por precaución debido a los mareos que sufrió en el partido copero, el Atlético sacó dos delantero puros como Mandzukic y Torres, algo tan clásico como extraño en el fútbol actual. El resultado fue un equipo aún más vertical de lo habitual, sin apenas zona de transición en el mediocampo, de lo que se aprovechó el Granada, agarrando el balón en los primeros compases.
El interino Joseba Aguado habló en la previa de devolver la fe a sus jugadores y para ello sacó al joven Robert Ibáñez, recién fichado desde el Valencia. Mostró desparpajo y atrevimiento. La primera mitad discurrió sin apenas sujección y orden, gracias al buen trabajo de destrucción de Iturra y Yuste, más ávidos que Gabi y Mario.
Gol de Mandzukic (Atlético 1 - Granada 0)
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El-Arabi y el propio Iturra tuvieron las mejores ocasiones de los andaluces mientras el Atlético iba poco a poco carburando. Aunque realmente el que iba carburando era Arda, cuyas apariciones fueron inclinando poco a poco el partido en favor del Atlético. Sin embargo el atasco era tal que tuvo que ser Godín quien provacara un penalti en una jugada que empezó él mismo 80 metros atrás y segundos antes en un robo de balón. Lanzó Mandzukic, 1-0 y alivio en la grada.
Insulsa segunda mitad
Si el primer acto resultó irregular y errático, el segundo lo fue aún más conforme fue apareciendo el cansancio. La medular del equipo nazarí bajó un poco el pistón en busca de más espacios para poder recortar distancias y eso dio un enorme respiro a Koke, Gabi y Mario.
Sobre todo el canterano Koke disfrutó de más balón tras la reanudación y suyas algunas de las mejores internvenciones, como un intento de vaselina que por poco no se coló en la escuadra de Oier Olazábal. El Granada fue echándose para atrás paulatinamente, un hecho que coincidió con la entrada de Griezmann al verde, aclamado por la parroquia rojiblanca.
Gol de Raúl García (Atlético 2 - Granada 0)
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Apretó el Granada en los últimos minutos tirando de orgullo. La esperanza de poder empatar y rascar un punto dio a los de Aguado un poco más de combustible, espoleados por Lass y un recuperado Piti, pero ese mismo atrevimiento acabó con ellos. En una contra Arda se inventó un caracoleo imposible y su centro lo metió con la chepa Raúl García que apenas llevaba diez minutos en el campo.
En definitiva, una victoria de oficio que permite al Atlético seguir en liza por la Liga. Y una derrota para el Granada que por paradójico que parezca, arroja cierta mejoría a la espera de que llegue un técnico definitivo.