El Coordinador Europeo de la Lucha contra el Terrorismo también quiere la modificación de Schengen
Gilles de Kerchove defiende que el control policial al llegar a un país de la UE romperá el discurso de los euroescepticos.
Bruselas
¿Hay que modificar Schengen? Marine Le Pen y su partido, el Frente Nacional francés así lo exigen. Este viernes, el Coordinador Europeo contra el Terrorismo también lo ha defendido. Pero la diferencia es que Gilles de Kerchove dice que su objetivo es evitar volver a las fronteras interiores.
"Prefiero hacer un poco de cola en la frontera exterior y continuar viajando a España y a Paris sin fronteras que no lo contrario". Aunque para esto hay que cambiar las normas del Tratado que desde los 90 regula la libre circulación de personas por el territorio común de la UE.
"Estoy absolutamente a favor de este cambio" porque si no lo hacemos, "los populistas van a cuestionar Schengen". Su receta consiste en permitir controles "sistemáticos" de los datos de cualquier europeo que vuelva al territorio de la Unión, algo hoy prohibido específicamente en el art 7 del Tratado en vigor.
Una cosa es controlar la identidad y la validez de un pasaporte y otra controlar sistemáticamente todos los datos policiales, nos explican desde su gabinete. Él está convencido que esta medida es la solución a todos los debates que han reabierto los atentados de París.
"Los americanos lo hacen con todos sus ciudadanos y no supone ningún problema", dice Gilles de Kerchove. Su tesis es que hasta hace poco la UE no contaba con instrumentos técnicos para poder hacerlo sin provocar una enorme parálisis en cada aeropuerto: "Hace 20 años, introducir mi nombre, flamenco, complicado, en un ordenador requería, para el pobre que tenía que enfrentarse con faltas de ortografía, casi 4 minutos. Y 4 minutos por 400 pasajeros de Jumbo son filas enormes".
Los pasaportes electrónicos simplifican las cosas, "pasar por el lector electrónico puede ser cosa de segundos". El gesto permitirá confirmar si el viajero tiene cuentas pendientes con la justicia o cualquier problema policial que merezca ser identificado.
Y es que el Coordinador Anti-Terrorista acepta que "eliminar las fronteras interiores de un Estado implica un cierto déficit de seguridad ya que se dejan de realizar controles internos". Un "déficit" que exige "medidas compensatorias".
Kerchove defiende que el Tratado de Schengen debe ser adaptable a todo tiempo nuevo y por tanto, modificable sin ningún tipo de traumas. "Hay que poder ajustar las medidas compensatorias a la evolución de la amenazas", defiende, recordando que "con la caída del muro de Berlín nos enfrentamos a un tipo de criminalidad que venía del Este y con la caída del régimen de Libia a otro tipo de amenazas".
No es el único debate al que se enfrentan los ministros de Interior y Justicia de la Unión Europea. El español Jorge Fernández Díaz ha pedido por carta una evaluación común de la amenaza de riesgo, "armonizar el nivel de amenaza y ver qué respuesta puede dar la UE", nos explica Kerchove.
Los belgas han decidido, como hace ya Francia, sacar al ejército a la calle, retirar la nacionalidad y retener pasaportes o carnets de identidad a quienes quieran viajar a Siria para participar en la guerra. Una medida que Kerchove defiende con entusiasmo.
El objetivo es evitar la radicalización de muchos jóvenes, explica, mientras confirma que Paris y el último atentado abren muchos interrogantes. Y es que "París puede ser la señal dada del exterior para activar otras células terroristas durmientes, algo que no sabemos o crear, simplemente, un efecto mimético en muchos otros jóvenes decididos a actuaciones por libre" una hipótesis que mantiene ya en vilo a los servicios de inteligencia y seguridad europeos, cuyo trabajo Kerchove defiende.