Messi manda en el Camp Nou

Madrid

El astro argentino mete de lleno al Barcelona en la lucha por el título tras dar una exhibición ante el Atlético de Madrid. Dos jugadas de Messi provocaron los goles de Neymar y Luis Suárez, que finalizó el choque marcando el gol de la tranquilidad. El Atlético le puso emoción al partido con un gol de Mandzukic tras una pena máxima que también hizo Messi. El árbitro también fue protagonista al no pitar una mano del diez local en la acción del segundo tanto.

El partido comenzó con una salida frenética del equipo rojiblanco y fue un centro de Jesús Gámez lo primero que vieron los aficionados del Camp Nou. Sin embargo, tras esa primera acción del encuentro, fue el Barcelona el que tomó las riendas del partido y Gámez no sabía la que se le venía encima.

Ampliar

Cerrar

El equipo azulgrana tenía la posesión de la pelota, pero le costaba encontrar resquicios entre las filas del Atlético. Las líneas rojiblancas estaban muy juntas y apenas encontraban espacios, pero con Leo Messi desatado todo es mucho más fácil. El argentino tuvo la primera del partido tras una arrancada de Neymar, pero se quedó en un simple aviso al irse el esférico a la izquierda de Miguel Ángel Moyá.

La pelota le duraba un suspiro al equipo de Simeone, el cual asistía atónito ante la intensidad que estaba mostrando el conjunto azulgrana. Su equipo, acostumbrado a arrollar a sus rivales con la presión, veía como los jugadores azulgranas no descansaban ni con balón ni sin balón.

Y si encima el cuero le cae a Messi, échate a temblar. El argentino recibió dentro del área y tras inventarse un autopase en medio metro asistió a Neymar para hacer el primero del partido. El cuero se paseó dentro del área ante un Suárez incapaz de rematar y un Juanfran incapaz de despejar y le cayó al brasileño que empujó la pelota al fondo de la red y llevó el éxtasis a las gradas del Camp Nou.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Sin apenas tiempo de reacción, Moyá tuvo que erigirse como salvador momentáneo ante dos disparos consecutivos de Jordi Alba y Luis Suárez. El partido estaba claramente controlado por el Barcelona, que corría y luchaba como no había hecho en toda la temporada y sometía al Atlético a su antojo.

Fue entonces cuando Undiano Mallenco decidió unirse al show del partido y obvió una falta clara de Giménez sobre Neymar que dejó al brasileño sangrando y a Luis Enrique con cara de pocos amigos. El Atlético intentaba encontrar sus ocasiones, pero cada vez que perdía la pelota, las estrellas del Barcelona salían al galope a la contra y causaban estragos en la zaga rojiblanca.

Aunque el cuadro colchonero salió indemne de una gran ocasión de Neymar con la cabeza, se terminó yendo al descanso con un 2-0 en contra que desató la euforia en Luis Enrique y la rabia en Simeone. Leo Messi realizó un jugadón partiendo desde la derecha y asistió a Suárez para que el uruguayo batiera con facilidad a Moyá. Lo que trajo el enfado en los rojiblancos fue el control de Messi al comienzo de la jugada, pues el argentino se ayudó de la mano para llevarse la pelota ante un Jesús Gámez superado en todo el primer tiempo.

El segundo tiempo comenzó con el primer aviso del Atlético, y llegó cómo no tras un saque de esquina, pero que no tuvo premio. Sin embargo, a los pocos minutos se volvió a producir una acción polémica que desató el caos en el partido.

Messi tocó a Gámez dentro del área y Undiano Mallenco no dudó en decretar la pena máxima. El argentino se llevó las manos a la cabeza y el Atlético vio ante sí la posibilidad de meterse en el partido. El encargado de ejecutar fue Mandzukic que no perdonó y silenció al Camp Nou con el gol y con el dedo índice, pues mandó callar a la grada.

Ampliar

Cerrar

A raíz del tanto, el equipo visitante comenzó a parecerse más al de toda la temporada, y se empezaron a ver las primeras apariciones de Juanfran por banda, las primeras diagonales de Griezmann y los primeros grandes despejes de Giménez y Godín. Simeone, consciente de que era su momento, dio entrada a Torres por Gabi.

El encuentro entró en un ida y vuelta que tuvo al Camp Nou en vilo y a Luis Enrique más tenso que nunca. Claudio Bravo apareció por primera vez en el partido para sacar dos buenas oportunidades de Torres, una de ellas tras un magnífico caño de Arda Turan sobre Gerard Piqué.

Y en medio del despropósito en el que se había convertido el partido, apareció el rey del Camp Nou para sentenciar el partido. Leo Messi recogió el cuero en la frontal, abrió a Rakitic y cuando el parecía que el cuero no tenía dueño, lo empujó en el área pequeña para matar el choque y dejar los tres puntos en casa.

Con estos tres puntos, el Barcelona se vuelve a colocar a un punto del Real Madrid, que aún tiene un partido por disputar. Los rojiblancos, tras éste traspiés, se quedan a cuatro del liderato.