El Villarreal asalta el Calderón

El Atlético de Madrid sigue sin enamorar con su juego, no domina, no se aprecia la superioridad a la que nos acostumbró la última temporada, golpeando una y otra vez para derrumbar cualquier barrera, para agotar a los rivales, no conceder oportunidades y aprovechar las propias. En la presente, sigue manteniéndose arriba, aunque gracias a la efectividad en el juego aéreo. Cambiaron los cromos y se modificó el álbum. Ante el Villarreal, sin embargo, esa efectividad se ha visto truncada, no ha marcado, pero sí se ha dejado marcar y pierde tres puntos de oro para seguir la estela blanca en la lucha por la Liga.

El Villarreal supo jugar sus bazas, asumió desde el principio el papel de contragolpeador con Cheryshev y Vietto, buscando herir con el aprovechamiento de los espacios y pudo hacer más daño que un sólo gol. Cada pérdida de balón de los locales, era una ocasión de peligro para el conjunto dirigido por Marcelino y en una de ellas llegó el único tanto del partido, con una excelente maniobra de Luciano Vietto y una gran definición.

En advertencias se quedaron las intentonas rojiblancas. El murmullo se incrementaba en cada saque de esquina, en cada jugada a balón parado, pero no era la noche propicia, con un submarino amarillo que subió a la superficie para defenderse de los ataques aéreos de forma impecable, aplazando la resolución del encuentro a la segunda mitad.

En la reanudación, los de Marcelino salieron de su encogimiento, adelantaron líneas, intensificaron la presión y le hicieron pensar a Simeone, pero antes el colegiado anuló un gol de Mandzukic, por falta sobre el defensor, que debió subir al marcador. El Cholo diseñó su plan B. Hizo entrar a Griezmann y Cerci para retirar a Raúl García y Gabi y el resultado fue aún peor. El Villarreal empezó a hacerse con el control de la pelota y Moyá se vio obligado a despejar balones.

El técnico argentino quiso rectificar, devolviendo un centrocampista -Mario Suárez-, pero el error estaba cometido, el Villarreal espoleado y Vietto en estado de gracia. Anotó el gol a falta de diez minutos para el final y el Atlético no supo devolver el golpe. Perdió un partido en el Calderón, hecho que no sucedía desde hace más de un año. Se queda a siete puntos del liderato y tendrá que buscar soluciones al atasco ofensivo si aspira a repetir éxitos pasados.

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