El mejor triunfo de Antonio Maeso
El piloto de motos español sufrió hace año y medio un grave accidente en la TT de la Isla de Man, la carrera más peligrosa del mundo que se ha cobrado más de 200 vidas en su trazado.
“Es algo así como descubrir el más allá, el paraíso, pero en vida. Correr en moto y disfrutar de ella es una cosa que hace mucha gente en el mundo pero llevarlo a la dimensión de las carreras de carretera y del Tourist Trophy de la Isla de Man es algo fuera de lo normal y de lo inteligible. Una vez que los pruebas, ya no quieres saber nada más de cualquier otra sensación que no se le parezca. Y esa sensación solo la puedes revivir en esa mágica, y a la vez trágica, isla del mar de Irlanda”. Así se expresaba hace unos días Antonio Maeso con los compañeros de 'El Pistón'.
A pesar de ese trágico día que el piloto almeriense tendrá para siempre guardado en su memoria, aquel 6 de junio de 2013, Maeso no le guarda rencor a una carrera que le dio todo. Pero también se lo quitó, porque hace un año y medio, a más de 250 km/h, en la que era ya su sexta participación en la Isla de Man, una carrera que se ha cobrado más de 200 vidas y por lo que es conocida como la más peligrosa del mundo, Antonio perdió el control de su moto y estrelló su rodilla derecha contra un muro. Logró mantener el equilibrio, no se cayó, pero literalmente como nos contaba días después, tenía la pierna colgando.
El diagnóstico no podía ser peor: siete fracturas de fémur, fractura de tibia y peroné y pérdida de la rótula. Fue operado de urgencia dos veces en la propia isla para ser trasladado a Liverpool donde se le intentó reconstruir la pierna: 22 tornillos, 3 placas, 3 operaciones y un injerto de piel desde la cadera al tobillo.
Su tweet no podía ser más sincero: “Estoy llorando, estoy muy mal, rodilla destrozada, fémur, tibia y peroné. Tengo miedo. Me llevan a Liverpool. The End”
Tras superar una mala etapa en la que tenía que guardar reposo y no se podía mover, tan solo podía estar tumbado, Maeso se puso manos a la obra con su rehabilitación. Los médicos dudaban hasta de que pudiese volver a andar por la falta de cartílago en la rodilla, pero el piloto se fue marcando pequeña metas.
Con su fisioterapeuta ha pasado malos momentos, el trabajo ha sido muy duro porque ha tenido que ir ganando grados de flexión en su pierna. Comenzó con tan solo 9 grados y ya está casi en los 100. Para ello ha tenido que pasar por muchas etapas y muchos sinsabores, desde la silla de ruedas hasta las muletas. Incluso se fabricó una bicicleta con la que pudiese pedalear con su maltrecha pierna.
Tanto trabajo ha tenido su recompensa. Un año y cuatro meses después del grave accidente, Antonio Maeso volvió a subirse a una moto. Fue en el circuito de Almería. Dio dos vueltas con una Suzuki. Dos vueltas con las que volvió a revivir su no tan lejana vida como piloto. Dos vueltas sin rótula, dos vueltas sin la tensión de la competición pero sin duda dos de las vueltas de las que se sentirá más orgulloso, porque nunca se rindió.
Antonio sigue su recuperación, sabe que aún le queda un largo trabajo, no piensa en volver a competir como piloto, el tiempo lo dirá, piensa en el día a día, en su nuevo trabajo como profesor de inglés, en su familia y en las horas que dedica a una rehabilitación que poco a poco va dando sus frutos.