El mensaje del Gobierno a los catalanes
La vicepresidenta repite con insistencia que se invierte en Cataluña a pesar de sus discrepancias con la Generalitat
Un día después...El mensaje del Gobierno a los catalanes
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Madrid
Entre los consejos básicos que se dan a los portavoces está este: prepara el mensaje que tú quieras trasladar y lánzalo aunque el periodista no te pregunte por eso. La vicepresidenta controla perfectamente el mecanismo. Ayer, sin pregunta de por medio, anunciaba una subvención para el Liceo de Barcelona. "El pago de cinco millones de euros que realizamos como subvención directa. El gran teatro del Liceo es un símbolo indiscutible de la cultura catalana y española".
Entre los consejos a los portavoces está también el de que repitan el mensaje que quieren lanzar para que la idea quede bien fijada en el auditorio. Siguiendo el manual, Sáenz de Santamaría insistía sin que nadie le preguntara por el Liceo. "Hoy traíamos un plan, que lo conocen como el rescate del Liceo los que trabajan en eso, para una institución de primer orden para Cataluña y para España"
La vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáez de Santamaría, y el ministro del Interior, Jorge Fenández Díaz / SERGIO BARRENECHEA
La vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáez de Santamaría, y el ministro del Interior, Jorge Fenández Díaz / SERGIO BARRENECHEA
Sáenz de Santamaría quería subrayar que el Gobierno sigue invirtiendo en Cataluña en beneficio de los catalanes a pesar de sus grandes discrepancias con las Generalitat. Por si alguien no se había dado cuenta todavía, sin que tampoco esta vez le preguntara nadie por el Liceo, la vicepresidenta insistía: "Pongo el ejemplo de hoy, cinco millones de euros para un plan extraordinario para el Liceo para asegurar que la vida económica, social y cultural de Cataluña sigue siendo pujante". Parece difícil que el mensaje no quedara claro...
En esta rueda de prensa acompañaba a Sáenz de Santamaría el ministro Fernández Díaz. Ella le pilló desprevenido cuando le cedió la palabra, parecía el ministro muy concentrado en sus cosas. "Estabas muy entretenido", le decía sacándole de su ensimismamiento. "Sí, sí, pero escuchando", respondía él.
La explicación del ministro y la de la vicepresidenta sumaron veintiún minutos en una comparecencia que duró cincuenta. Por tanto, buen reparto del tiempo, hubo más para el turno de preguntas que para exposición inicial de los miembros del Gobierno.
