La justicia confirma que el presunto asesino de su mujer no verá a su hija
Nuevo auto judicial que considera perjudicial para la menor el contacto con su padre encarcelado
Madrid
En un auto al que ha tenido acceso la Cadena Ser, la Audiencia Provincial de Madrid confirma la suspensión del régimen de visitas entre Raúl Romero Peña y su hija, una decisión que ya adoptó el pasado 27 de octubre el juzgado de Instrucción número 2 de Aranjuez. La Audiencia estima así el recurso de apelación interpuesto por la familia materna que ejerce la guarda y custodia de la menor de cuatro años. Una impugnación a la que se sumó el Ministerio Fiscal al entender como la familia que no se protege adecuadamente los intereses de la niña cuyo padre está acusado de haber asesinado a su madre estando ella presente en el domicilio en el momento de los hechos
La Sala número 26 de la Audiencia deja claro en su auto que "no puede ser beneficioso para la menor que se relacione en la actualidad con su padre, cualesquiera que sean las condiciones que se pongan para llevar a cabo las visitas". Los magistrados señalan que "se está tratando de que la menor construya una vida lo más normalizada posible, se le ha dado una explicación sobre la ausencia del padre y las visitas a éste, pueden suponer un empeoramiento del estado de la menor, que debe evitarse".
El auto argumenta que a la pequeña se le ha dicho que "su madre está en el cielo y que su padre se ha marchado a trabajar". En esta creencia, afirma, los jueces consideran que el contacto con el padre un día al mes, pocas horas y en un entorno extraño (un Punto de Encuentro) no contribuye a la estabilidad de la niña. Añade que los encuentros pueden distorsionar la percepción de la menor sobre la situación laboral que se le ha contado sobre el padre, con el consiguiente trastorno para la evolución de su desarrollo vital.
La Audiencia destaca que en el informe psicosocial del 8 de abril de 2014 que recomendó las visitas del padre con su hija, se dice que Raúl Romero Peña muestra un "exceso de celo" en permitir que otras personas se ocupen de la menor y que "no ha sido capaz de atender de forma adecuada las necesidades de la pequeña" después de la muerte de su madre en cuanto a minimizar el daño sufrido y preservarla de perdidas añadidas. Tambien resalta que en dicho informe el acusado se presenta "deliberadamente como mejor adaptado de lo que está".
