Las claves de las elecciones de mitad de mandato en EEUU
Lo que hay que saber acerca de las elecciones legislativas estadounidenses
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Un hombre acude a un centro electoral para votar en las elecciones legislativas en Arlington, Virginia (Estados Unidos) / MICHAEL REYNOLDS (EFE)
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¿Qué se vota?
Nueva York
Unos 200 millones de estadounidenses eligen algo más de un tercio de los 100 escaños del senado, a los 435 miembros de la Cámara de Representantes, 36 de los 50 gobernadores estatales e incontables puestos en las administraciones estatales y locales. Además, se celebran 140 referéndums en varios estados, entre ellos 4 iniciativas para legalizar el uso de la marihuana.
Toda la atención en el Senado
Hasta ahora, los demócratas tienen una mayoría de 5 miembros (53 escaños y dos independientes que votan con ellos, frente a los 45 escaños de los republicanos).
Eso significa que el Partido Republicano necesita ganar seis escaños para controlar en Senado. Ya tienen la mayoría en la Cámara de Representantes, que, con toda seguridad, van a mantener. Tres de los seis escaños que necesitan (Dakota de Sur, Montana y Virginia Occidental) caerán en manos republicanas con toda probabilidad. De las 33 carreras restantes, 10 están ajustadas, con los demócratas defendiendo 7 de ellos.
Victoria histórica en la Cámara
Los demócratas no tienen posibilidades reales de recuperar la Cámara. La pregunta es cómo de amplia será la mayoría del GOP. El eslogan de la campaña ha sido “Busca los 245”, que supondría ganar 11 asientos (de los 234 actuales). Eso superaría la oleada del Tea Party de 2010, cuando los republicanos consiguieron 242.
Qué pasará si los republicanos toman el Senado
El bloqueo político ha alcanzado niveles históricos con el Congreso actual (con la Cámara republicana y el Senado demócrata). Ha sido el menos productivo de la historia, en cuanto a número de leyes aprobadas. Si los republicanos ganan en el Senado, pasarán a controlar las dos cámaras del Congreso. Podrían aprobar leyes con más facilidad, pero Obama tendría poder de veto para la legislación con la que no esté de acuerdo. Sin embargo, un Senado republicano tendría otras formas de influencia: podría rechazar confirmar a los nominados de Obama para ocupar puestos en el Tribunal Supremo, embajadas, su administración.
Obama no ha podido sacar adelante varias de sus prioridades, como la reforma migratoria, el cierre de la cárcel de Guantánamo y el aumento del salario mínimo. El presidente extenderá al máximo de lo permitido por la ley sus funciones ejecutivas para hacer avanzar su agenda con medidas unilaterales que no requieren la aprobación del Congreso. Las de mayor impacto y más polémicas serán para reformar el sistema de inmigración, que el presidente ha prometido anunciar antes de final de año.
Baja participación
La participación en las elecciones de mitad de mandato es históricamente más baja que en las presidenciales. Suele estar en torno al 40%. Este año, las encuestas reflejan un enorme desencanto de la población con toda la clase política.
Una participación baja favorece a los republicanos, que siempre son más proclives a votar en midterms que los demócratas. Los votantes republicanos suelen ser mayores, mejor educados y se registran más para votar.
Todos contra Obama
Las elecciones de mitad de mandato suelen servir como un termómetro sobre la gestión del presidente. Obama tiene actualmente un índice de aprobación muy bajo: sólo un 41% de la población está contento con su gestión. Por eso, Obama ha participado en muy pocos actos de campaña y sólo en estados tradicionalmente demócratas y con jóvenes, afroamericanos y mujeres, cuya movilización es clave para conservar el Senado. El presidente no ha hecho campaña en los ocho estados donde la elección está más reñida. Los demócratas han intentado escapar de la sombra de Obama y los republicanos han insistido en que las políticas son las mismas.
En los dos años de su segundo mandato, Obama ha tenido que enfrentarse a numerosas crisis que han minado su popularidad: el desastroso lanzamiento de la web de la reforma sanitaria, las revelaciones de Edward Snowden, la llegada masiva de menores migrantes a la frontera, el terrorismo islámico en Irak y Siria y la decapitación de ciudadanos estadounidenses, la crisis de Ucrania y la llegada del Ébola a EEUU, entre otras.
Más dinero externo
Los grandes partidos y los grupos afines externos han gastado 3.670 millones de dólares según cálculos del Center for Responsive Politics. No es mucho más de los 3.630 de 2010, pero lo que si ha cambiado significativamente es de donde viene el dinero. En 2010, el gasto externo a los partidos fue de 309 millones, un 8,5%. Este ciclo, hasta seis días antes de las elecciones, el dinero externo era de 480 millones, un 66% más que en las anteriores y un 13% del gasto total.
¿Cuándo se conocerán los resultados?
Los resultados finales podrían no llegar hasta pasada la noche electoral. Cuatro estados son especialmente problemáticos: Luisiana y Georgia, que pueden necesitar una segunda vuelta; Kansas, donde hay un candidato independiente y Alaska, donde la dispersión de la población hace que a veces tarden semanas en declarar un ganador. Si hay recuentos en contiendas ajustadas, podría complicarse aún más. ¿Qué ayudaría a asegurar pronto que han conseguido el Senado? Si Georgia (donde los colegios cierran a la 1am hora española) es para los republicanos, o si ganan en Carolina del Norte (1.30am) o New Hampshire (2am), sería casi seguro que han obtenido la mayoría.