James y Kroos, del Mundial sub-17 de Corea al Real Madrid

Madrid

Mundial sub 17 de 2007 en Corea del Sur, abrían fuego en el torneo Colombia y Alemania en Cheonan. Un mundial sub 17 es el mundial de los sueños, críos que se sienten grandes. El tiempo frustra a la mayoría, pero no a los números 10 de ese partido. James Rodríguez en Colombia, Toni Kroos en Alemania.

Los dos en la mediapunta, James con la tendencia a escorarse a la banda izquierda como ya había hecho en Envigado y haría después en Banfield. Ayer nos contó en 'El Larguero' cómo le costó llegar, cómo renunció a parte de sus estudios para ser futbolista, ídolo. Para cumplir su sueño, jugar en el Real Madrid. Aquella tarde en Cheonan en la que tenía enfrente a Kroos también lo soñaba. Ya había sido figura en el Sudamericano sub 17 meses antes y su zurda empezaba a hacer estragos. Debutó muy joven en primera, y su llegada a un fútbol muy duro como el argentino no fue sencilla. Siempre en la izquierda, a veces tendencia a jugar más centrado, a tener más influencia en el juego.

Aquel Banfield ganó el título, y ya nadie pudo parar a James. El Oporto con Falcao y sobre todo el Mónaco y un técnico como Ranieri que le puso por fin de mediapunta, lejos de la banda. Un enganche a la argentina, la posición que más le conviene. Sufrió en los primeros partidos en el Real Madrid, sobre todo en aquella Supercopa de Europa en la que tuvo muy poco peso en el partido. Tampoco en la derecha se le explota al máximo y aun así fue decisivo ante el Barcelona. Como en el mundial, la vitrina de su consagración aunque ya el Monaco se había percatado de su talento y pagó una fortuna al Oporto.

Ídolo en Valderrama, juego muy distinto a él. Y sueño cumplido. El que ya le rondaba en la cabeza aquella tarde de Corea el Sur. 3-3 terminó aquel Colombia-Alemania. La magia de los mundiales sub 17.