Un grupo de desconocidos a los que les une una desgracia tienen que vivir al margen del mundo, escondidos en un refugio en un bosque. Todos esconden algo, no revelan sus cartas ni sus intereses ni sus objetivos reales. Están obligados a estar allí y a compartir su vida con esa gente, pero eso no quiere decir que estén a gusto. Habrá de todo. No es el guion de «Lost», ni la nueva ficción de su J.J. Abrams. Es «Rabia», nueva ficción de Mediaset producida por Isla Audiovisual que arranca ya su rodaje. «Son fugitivos con una historia en común: todos ellos habían estado gravemente enfermos y se habían sometido a un tratamiento clandestino para tratar de mantenerse con vida. Meses más tarde comprobaron que algunos de ellos estaban desarrollado el virus de la rabia, una enfermedad que convierte a sus portadores en personas extremadamente violentas. Las autoridades pretenden controlarles internándoles, por eso su única obsesión es tratar de sobrevivir permaneciendo ocultos en un refugio. Pero cuando la comida y la medicina escasean y se encuentran rodeados de asesinos en potencia, la supervivencia puede convertirse en una auténtica pesadilla». Este es el argumento central de «Rabia» según reza el propio dossier de prensa. Una trama que puede ser tan brillante y original en la ficción televisiva española como cutre y repetitiva. Todo dependerá de la productora y de Mediaset. Todo dependerá de que quieran apostar por algo realmente bueno -dentro de los límites que impone el tener que ser una serie generalista y el presupuesto- y novedoso o de que caigan en el truco fácil de las tramas ya vistas una y mil veces en otras series en las que la tensión sexual no resuelta entre actores de imponente físico y los personajes estereotipados hasta la extenuación conforman un menú que el espectador medio ya está cansado de degustar. El reparto de «Rabia» lo conforman un ramillete de actores más que decente. Patricia Vico, Carles Francino, Adriana Ozores, Malena Alterio, Nuria González, Fele Martínez, Concha Cuetos, Paco Tous, Manuel Gancedo, Fran Nortes, Diego Martínez y Elisa Mouliáa componen el grueso de este reparto. Charlando con algunos de ellos se nota que tienen ganas de que esta serie se salga de lo convencional, de que en Mediaset realmente crean en una serie donde el suspense y, quizá, la ciencia ficción, se respeten como géneros por encima de la dramamedia, que ni es drama ni es comedia. Charlando con los actores, tanto delante del micro como sin él, aseguran que los guiones (Manu Sanabria) les sorprenden y les ilusionan. «¿Lo del contagio es un argumento real o es la excusa que vamos a encontrar en esta serie para luego ver amoríos entre personajes jóvenes, dramas entre los mayores, hercúleos torsos sin camiseta?». La respuesta a esta pregunta en todos los casos ha sido parecida: en «Rabia» el contagio del virus y la convivencia clandestina que de él se deriva va a ser lo realmente importante. Interesante cuanto menos. Igual de interesante parece resultar el hecho de que en «Rabia» no habrá un protagonismo claro y definido (aunque sí que el peso de la serie recaerá entre nombres como el de Carles Francino o Patricia Vico). Las tramas permitirán que el espectador asista a una estructura más coral y en la que, en cada capítulo, la historia se adentre en un personaje distinto. Ojalá y en algo se parezca a esos flashback de «Orange is the new black» en los que se explica cómo era cada una de las reclusas internas en prisión antes de entrar. ¡Qué mejor esbozo de cada personaje! Es complicado no pensar en «Lost» con los detalles, no muchos de momento, que se conocen de «Rabia» que comenzará su rodaje el próximo lunes 29 en distintas localizaciones de Madrid y Coín (Málaga). Los decorados en plató son más bien pocos. El refugio donde se esconden en medio del bosque los contagiados y una luminosa comisaría de policía (donde dos inspectores, interpretados por Adriana Ozores y Diego Martínez) liderarán la brigada encargada de encontrar a los contagiados. A priori los decorados del plató están conseguidos. Pero como todo dependerá -y más en este tipo de series- de la iluminación, de la dirección y del montaje final. Es lo que puede convertir ese refugio en una perfecta y abandonada nave industrial o en unos paneles de cartón-piedra pintados inverosímiles para el espectador. Prometen rodaje de escenas en exteriores, lo que enriquecerá el guion y la factura de la serie. Tanto Isla Audiovisual como Mediaset han echado a rodar una idea y un reparto de actores que pueden cristalizar en algo brillante. Habrán de arriesgar, Isla deberá abandonar en sus guiones el registro adolescente y familiar de series como «La pecera de Eva» o «Frágiles». Mediaset, por su parte, deberá creer en «Rabia» como un producto nuevo, sin querer convertir esta idea en algo que no es; es decir, no debería de volver a cometer el mismo error que ya cometió con «La Fuga» una serie de aspiraciones interesantísimas y originales que fue destrozada en los despachos. Para esto último puede ser fundamental la cadena en la que Mediaset decida emitir «Rabia». ¿Telecinco? ¿Cuatro? Aún no está decidido aunque a nadie de los que conforman este proyecto les sorprenderían que «Rabia» acabara en Cuatro. Quizá sería la mejor noticia que podrían recibir, quizá así «Rabia» no tendría que convertirse en una serie que busque los 4 millones de espectadores y más de 17 puntos de share. Con todo lo malo que eso conlleva...