9.000 candidatos para convertirse en el Masterchef español de este año y solo un ganador, en este caso, ganadora. La mallorquina Vicky de 31 años se ha alzado con la victoria en el exitoso talent gastronómico de La 1 sucediendo a Juan Manuel en el palmarés de este programa. Vicky se ha impuesto al joven aragonés Mateo en la última gala de esta segunda edición. «La cocina es un medio para relajarse y olvidarse los problemas». Es el lema que Vicky muestra al mundo 2.0 en su perfil oficial de Twitter. Como todos su compañeros y rivales de esta segunda edición de «Masterchef», Vicky es una gran amante de la cocina. El infortunio del desempleo, le animó a inscribirse en el programa donde tuvo que superar un casting al que se presentaron 9.000 personas. Esta carnicera en paro fue una de los concursantes seleccionados y, sin hacer mucho ruido, sin salirse de madre y siempre con un punto de agobio, Vicky ha ido superando fases hasta convertirse en la ganadora de «Masterchef 2». Desde el inicio, el jurado del programa ha destacado como un punto positivo la energía y la entrega de Vicky en los fogones. Lejos de ser una de las concursantes con mayor nivel a su llegada, los fallos y errores de Vicky en las pruebas eran notables; sin embargo, siempre Jordi Cruz, Pepe Rodríguez o Samantha Vallejo hallaban algo en sus elaboraciones digno de reseñar y que, en parte, cubría cualquier error. Agobios, prisas, falta de tiempo, espontaneidad («me gustaría cocinar para un tío bueno»)... características constantes en todas las pruebas de esta mallorquina que, pese a ello, ha ido experimentado una fuerte evolución programa a programa, lo que no ha pasado desapercibido para el jurado de «Masterchef» que la ha considerado la más fuerte de todos los aspirantes en esta segunda edición cuando a falta de algunas galas para la conclusión pocos pensarían en ellas como una posible ganadora. Vicky se embolsará por la victoria 100.000 euros en metálico, verá publicado su propio libro de recetas (el próximo lunes 28 sale a la venta) y se alza con el trofeo que le acredita como la ganadora de la segunda temporada de «MasterChef». Además, continuará con su formación cursando le Grand Diplôme en la prestigiosa escuela culinaria Le Cordon Bleu, donde también estudiarán los otros dos finalistas. Así ha sido la final La final ha contado con la presencia de rostros conocidos, especialmente, dos figuras muy destacadas del mundo de la gastronomía: el chef Joan Roca y su hermano, el maestro en repostería, Jordi Roca. Ante la atenta mirada del jurado de «Masterchef» y de tan celebérrimos invitados, Mateo y Vicky han tenido que disputarse la final en un plató que, para esta gran cita, cambió su disposición. Las habituales encimeras lineales y en paralelo en la que los concursantes han ido cocinando en los programas anteriores han dado paso a un único espacio circular que los dos finalistas han tenido que compartir. Eso sí, cada uno por su lado. Juntos, pero no revueltos. El menú de Vicky ha consistido en una ensalada de espárragos con esferas de alcaparra, raya aromatizada con mantequilla de tomate y arroz negro de algas y de postre y mousse de aguacate con jengibre con coulis de piña y bombones de queso. Por su parte, el de Mateo lo formaba: Puré de borrajas (muy de su zona) y berberechos, becada al chilindrón, polenta y helado de albahaca, bizcocho de anís y melocotón. El joven de Huesca ha querido dedicarle el plato principal a su madre ya que en el día de las visitas de las madres al programa, la suya fue una de las actuaciones más flojas. Los nervios se han apoderado de los dos concursantes. Mateo quizá ha asumido más riesgo y la apuesta no le salió del todo bien. Su habitual tranquilidad desapareció a medida que los minutos iban pasando y su plan se iba estropeando, como cuando el caramelo se pasó de cocción: «De verdad, no sé qué es lo que está pasando», se lamentaba el aragonés. Al probar el plato, Jordi Cruz ha calificado de sacrilegio la cocción que Mateo ha dado a la becada: «¿Por qué, por qué y por qué?», le preguntaba el chef al aspirante que mostraba en sus rostro la decepción. Eso sí, el postre preparado por Mateo ha cautivado a todo el jurado: «Me atrevo a decirte que, para mí, este es el mejor plato de la noche», confesaba Jordi Cruz. Por tanto, con errores y aciertos, se llegaba al final de la gala con la clara incertidumbre de quién sería el ganador. Con muy buen tino, a lo largo de toda la emisión, en todo momento han sabido tener a la audiencia en ascuas elogiando y criticando las propuestas de ambos aspirantes por igual. Finalmente, el premio gordo ha recaído en Vicky mientras de fondo sonaba el single con el que Conchita Wurst ganó Eurovisión. «Tengo unas ganas de ir a restregárselo a mi suegro...», comentaba Vicky entre bromas que, más en serio, ha agradecido todo el apoyo y ha destacado la importancia de confiar en sí misma. «Si confías en ti misma y no te rindes, se puede», afirmaba la flamante ganadora de este talent gastronómico que llega a su final arrasando en redes sociales y con la mirada puesta ya en los niños... porque dentro de no demasiado tiempo echará a andar la segunda edición de «Masterchef Junior». Mejor será no colgar el delantal...