10 visitas imprescindibles en Malasia
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Poco a poco Malasia se está convirtiendo en un gigante dentro del Sudeste Asiático. Es un país que no deja de crecer, pero sin olvidar sus orígenes y su multiplicidad étnica y religiosa. Y con conciencia suficiente como para proteger su naturaleza envidiable. Tanto la península de Malaca como el norte de la isla de Borneo son dos referentes para los viajeros que buscan tradición, pero también sofisticación. Ingredientes ambos que siempre suelen estar presentes en la oferta turística del país. Kuala Lumpur es el imán para muchos viajeros, pero Malasia tiene otros muchos encantos digno de visitar. Aquí van 10 de los principales lugares que ver en Malasia; para que te montes un viaje a este increíble destino asiático.
Lo que hace siglo y medio no era más que un lodazal del que se extraía estaño se ha convertido en un arrebato modernístico alrededor de su mayor símbolo, las Torres Petronas. Este rascacielos compuesto por dos edificios unidos por un puente de cristal puso a Kuala Lumpur en el mapa hace ya más de quince años. A partir de ahí nació la idea de hacer una ciudad para el mundo, a lo grande, en que las alturas y las luces forjaran una historia que no ha hecho más que empezar.
La visita a las Petronas (tanto el skybridge como la planta 86) es un imprescindible malasio en toda regla. El mejor consejo es estar como un reloj a partir de las 8:00 antes de que las entradas se agoten. Además la luz es mejor a esas horas, puesto que por la tarde tiende nublarse.
Sin salirnos de la capital, aunque a unos 15 kilómetros de las Petronas, Malasia nos muestra su tradición religiosa. En este caso, aunque el país es de mayoría musulmana, la presencia de hindúes es notable. Y en las Batu Caves, unas cuevas nacidas de unos estrambóticos pilares rocosos, vive la leyenda personificada del Dios Muruga, hijo de Shiva y Parvati y hermano de Ganesh, cabeza de elefante. Templos y santuarios ocupan los espacios de una inmensa cavidad a la que para entrar es necesario subir 272 escalones flanqueando una estatua del propio Muruga de nada menos que 40 metros. Los macacos acompañan a los más religiosos que hacen la ascensión descalzos o a los viajeros que encuentran en este lugar el lado más tradicional de la ciudad de los rascacielos. Aquí la sensación de metrópolis se espanta a medida nos vemos metidos en el colorido del hinduísmo y los goterones de humedad que caen del techo.
Realmente Malasia es un paraíso para los buceadores. Sus muchas pulau (islas) ofrecen la estampa clásica de postal que nada tiene que envidiar a las playas del país vecino, Thailandia. Tanto desde la península como desde Borneo hay múltiples opciones para bucear entre arrecifes de coral, pero probablemente la perfección se encuentre en el archipiélago de las Perenthian, en el extremo noroccidental de la península (a 19 kilómetros de la costa malaya y a poco más de 60 kilómetros al sur de la frontera thailandesa).
Sus infraestructuras son limitadas y lo más aconsejable es reservar con antelación, a ser posible, sobre todo cuando se aproxima la temporada alta y no hay una sola cama disponible. Pero es que estamos hablando del Top 10 de islas mágicas del planeta y todo esfuerzo para llegar merecerá la pena.
Dentro de la península todavía queda selva primaria que según los investigadores es probablemente la más antigua del mundo puesto que no fue afectada ni por volcanes, movimientos sísmicos o glaciaciones. Es decir, la jungla tal cual era hace millones de años. A no más de 3 horas de Kuala Lumpur en una amplísima porción de vegetación frondosa que apenas se explora desde las villas aledañas, habitan elefantes e incluso tigreso o rinocerontes javaneses que no se dejan ver fácilmente puesto que toda aquella maraña verde les protege. Pero la sensación de estar en su hogar es realmente indescriptible. Conviene no quedarse a las puertas y vivir una aventura alejada de los turistas que rápidamente adquieren el síndrome de Indiana Jones al cruzar los puentes colgantes por los que pasar encima de los árboles.
Malaca es la ciudad en la que nació todo en la península de Malasia. Fueron los malayos, chinos, indios, holandeses, portugueses e ingleses los que forzaron su carácter multicultural. Sus edificios coloniales de esta ciudad fundada en 1401 y posteriormente conquistada por el luso Alfonso de Alburquerque están protegidos como Patrimonio de la Humanidad UNESCO. Es precisamente el mayor valor histórico y arquitectónico de Malasia y, por tanto, uno de los lugares que convendría no perderse en ningún modo.
Volamos hasta Borneo, más concretamente al estado de Sabah, para constatar uno de los pocos lugares en los que se pueden observar orangutanes. El santuario de Sepilok nació en los años sesenta para proteger, cuidar y reintroducir ejemplares malheridos, huérfanos o rescatados de las manos de comerciantes sin escrúpulos que mataban a sus madres para venderlos al mejor postor. Hoy día sólo quedan orangutanes (pocos) en Borneo y Sumatra (Indonesia) y en Sepilok se brinda la oportunidad de ver a algunos de ellos en semi-libertad.
Viven libres porque no se le pueden poner puertas a la jungla, pero todavía requieren de los alimentos que les proporcionan sus cuidadores a las 10:00 y 15:00 horas cada día. Ver cómo se aproximan a las plataformas es una de las mayores satisfacciones que se llevan los turistas que tienen la fortuna de contemplar un animal que se le está forzando a la extinción por su caza, comercio y un hábitat cada vez más menguado (la deforestación es un grave problema en esta dividida en dos, parte malasia y parte indonesia).
Realmente merece la pena la visita.
Sin salirnos ni de Borneo ni de Sabah encontramos lo que nos habían contado de la isla. Naturaleza virgen con numerosísimas especies animales endémicas y esa sensación de Amazonas malasio en el que sentir cómo la vida late fuerte. A bordo de un bote en el Kinabatangan uno puede observar más de cien tipos de aves, cocodrilos, los simpáticos monos narigudos (que sólo están en Borneo) y, con mucha suerte, algún orangután en libertad. Por la noche sólo nos quedará el lenguaje hipnótico de la jungla en todo su esplendor.
La ascensión a la montaña más alta del Sudeste Asiático, con nada menos que 4090 metros, es sólo apta para auténticos aficionados al alpinismo y corazones aguerridos. Da nombre a Kota Kinabalu, la ciudad más importante de Sabah, y su silueta a Malasia es lo que el Kilimanjaro a Kenia y a Tanzania. El ascenso tiene recompensa con unas vistas magníficas, pero como siempre, el sendero es el viaje propiamente dicho.
El estado de Sarawak es también un clásico para los viajeros que llegan a Borneo. Utilizando de base la ciudad de Miri, curtida a base de yacimientos petrolíferos, hay numerosas escapatorias como las cuevas de Gunung Mulu o la espectacular ruta de los cortadores de cabeza que hace referencia a una práctica usual durante siglos por los nativos. Hoy nadie corta cabezas pero los paisajes ofrecidos sí logran cortar la respiración a quienes los recorren.
Apenas a 15 minutos en lancha desde Kota Kinabalu (y volvemos de nuevo a Sabah) hay un grupo de islas en las que perderse para tomar el sol, darse un baño en sus aguas transparentes o hacer snorkeling del bueno. Gaya, Sapi o Mandakan son algunas de estas islas maravillosas que se pueden hacer en uno o varios días en función de lo que se acuerde con las muchas compañías de barcos que hay en el puerto de Kota Kinabalu (para los malasios y extranjeros KK).
Su accesibilidad e infraestructuras las hacen ideales para todo tipo de viajeros, desde los más avezados a quienes desean experimentar por primera vez lo que es una isla que deja pequeño su salvapantallas de ordenador con palmeras, arena blanca y tonos turquesas por los que nadan toda clase de pececillos de colores.
- Distintas aerolíneas conectan España con Malasia (no de forma directa). Turkish Airlines lleva a Kuala Lumpur desde Madrid, Barcelona, Santiago, Valencia, Málaga o Bilbao haciendo escala en el inmenso aeropuerto internacional de Estambul. Ofrece precios muy competitivos con los que conectar Europa con Asia.
- Los trayectos aéreos internos son realmente económicos con Malasian Airlines, MAS Wings y, por supuesto, Air Asia, que con su hub de Kuala Lumpur comunica Malasia internamente y con los países de alrededor.
- Hay alojamiento de todas las categorías que bajan de precio a medida nos alejemos de Kuala Lumpur. Las infraestrucuras hoteleras son más que aceptables, el wifi gratuito está garantizado al 99% y se puede reservar por internet en la mayor parte de los casos.
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