La enredada situación judicial del Algarrobico
La situación judicial del Hotel el Algarrobico es una tela de araña que tardará muchos años en desenredarse.
Existen ya tres sentencias firmes del Tribunal Supremo que han establecido que el hotel invade la servidumbre de cien metros de la ley de costas. Lo que para los Ecologistas significa que se podría derribar, al menos en parte. El Supremo fue quien ratificó la paralización de las obras.
Existe también una sentencia firme del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que establece que los terrenos donde se asienta son de la Junta. Pero hay otras dos en el mismo sentido que no son firmes y están recurridas por la promotora del edificio, por Azata.
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Y luego está la gran paradoja, las resoluciones en sentido contrario de dos salas distintas del Tribunal Superior, la sección primera y la tercera.
Los suelos no son urbanizables, sentenció la sección primera. Pero llegó hace mes y medio la sección tercera y sentenció lo contrario, que el suelo es urbanizable. Decisión recurrida por la Junta y los ecologistas ante el Supremo. Y esta misma sala es la única que ya acumula las resoluciones pendientes. Después de decir que el suelo es urbanizable tiene que pronunciarse sobre sobre el plan de ordenación de los recursos naturales. O sea sobre si el suelo está protegido o se puede urbanizar. Tiene que pronunciarse también sobre el PGOU de Carboneras, sobre la categoría que otorga a estos suelos y tiene que decir si la licencia de obras que se le dio a Azata es legal porque un juzgado estableció que era nula. Así que el final del proceso ni siquiera se vislumbra.