Ocio y cultura

Cosas que deberías saber antes de visitar Jordania

Jordania es una tierra de paso. Por este trozo de desierto junto al río Jordán desfilaron egipcios, asirios, babilonios, nabateos, griegos, romanos, cruzados, turcos y europeos, entre otros. No es extraño por tanto que con semejante acumulación de historia sea uno de los destinos más atractivos de Oriente Medio. Pero lo que muchos viajeros no parecen entender es que sus bellezas van más allá de Petra.

Aqui va un listado de imprescindibles para ver en Jordania, y unos cuantos consejos para sacarle jugo a un país que aún vive de ser el gozne de todos los caminos entre Oriente y Occidente:

1. PETRA

El top de los top. La razón por la que la inmensa mayoría de viajeros visita el país. Petra es la antigua capital de los nabateos, una tribu nómada árabe que dominó durante más de 500 años las rutas comerciales que unían Oriente con los puertos del Mediterráneo. El producto de aquellas ganancias lo invirtieron en crear una capital monumental y de gusto clásico, pero con una singular forma de construcción: los templos y tumbas están tallados en la roca. Para ello aprovecharon un desfiladero natural de esta zona de Jordania que hacía prácticamente inexpugnable la ciudad.

Lo normal es que los turistas entren por la mañana temprano por el Siq –el famoso desfiladero-, se amontone en la fachada del Tesoro, sigan hacia las tumbas reales y el teatro y se den la vuelta para volver al punto de partida. No habrá visto ni un 30% de la verdadera Petra. Mi consejo es pasar al menos dos días en el interior de la ciudad. Durante el primero se debe seguir hasta el final y subir las escalinatas que llevan al Monasterio, otra espectacular fachada clásica excavada en la roca. Durante el segundo día se ha de subir hasta el Altar de los Sacrificios y desde allí bajar por el Wadi Farasa (valle de las Mariposas), un barranco lateral lleno también de tumbas al que no suele ir nadie: descubriréis otra Petra.

Interesante también el espectáculo Petra de noche, con el Siq y la fachada del Tesoro iluminados por velas. Pero la gente suele ser muy chillona e irrespetuosa. Conviene esperar en la fachada del Tesoro a que las hordas se vayan (lo hacen en cuanto acaba el espectáculo musical) y salir después tranquilamente paladeando todo el desfiladero para nosotros solos.

2. WADI RUM

Es uno de los desiertos de piedra más bellos del mundo. Se localiza al sur del país, fronterizo con Arabia Saudí. Wadi Rum está íntimamente ligado a la biografía del oficial británico Thomas Lawrence, el famoso Lawrence de Arabia, que lo recorrió muchas veces durante sus aventuras con la Revolución Árabe de 1916 a 1918. Lo normal en un circuito turístico es que te den un paseo de un par de horas al atardecer con final en un promontorio desde el que se ve ponerse el sol. Y ya está.

Pero Wadi Rum es mucho, más. Mi consejo es quedarse a dormir al menos una noche en alguno de los campamentos estables que hay cerca del poblado de Wadi Rum y contratar una excursión en todoterreno más larga al amanecer. Solo así se podrán apreciar las grandes montañas de piedra arenisca que forman Wadi Rum, talladas por la erosión con formas extravagantes. Gigantescos afloramientos de roca que emergen de la llanura como ciudades misteriosas de un planeta lejano. Las grandes columnas de arena fosilizada quedan rematadas por cúpulas de aires bizantinos y los colores de la roca y la arena, que van del rojo intenso al nácar acaramelado, parecen incendiarse cada tarde con las tonalidades del ocaso.

3. AMMÁN

No es una ciudad especialmente atractiva para el turismo (es moderna y funcional), pero al ser paso obligado merece un paseo si nos queda tiempo. En ese caso, hay que subir hasta la Ciudadela, visitar el teatro romano y darse una vuelta por sus bulevares y callejuelas en busca de un cafetín donde tomar el té o un restaurante donde comer hummus o un buen mansaf (cordero guisado con salsa de yogur).

4. ÁQABA

Pese a lo mítico de su topónimo (es la ciudad que Lawrence de Arabia tomó a los turcos tras su arriesgada travesía del desierto con los beduinos) , Áqaba es una ciudad moderna y sin mayor atractivo arquitectónico. Pero es la única salida de Jordania al Mar Rojo y tiene muy buena infraestructura turística, con hoteles de todo tipo y playas (la mayoría privadas). Áqaba es sobre todo un destino para buceadores, porque en sus escasos 27 kilómetros de costa esconde arrecifes de coral tan bien conservados y llenos de vida como los del litoral egipcio. También es recomendable contratar una excursión de un día en barco para deambular por las diferentes playas y hacer snorkel en los arrecifes. Con unas simples gafas y un tubo se puede disfrutar de estos increíbles jardines submarinos.

5. LOS CASTILLOS DEL DESIERTO

Al este del país se despliega un desierto pedregoso, monótono y plano en el que los diferentes gobernantes omeyas crearon fortalezas, casas de postas y fortines que defendían la ruta con Bagdad. Sur ruinas son hoy otro de los atractivos turísticos. Algunos no son más que un puñado de muros de adobe semiderruidos; otros, como el Qusayr Amra, están declarados Patrimonio de la Humanidad. No es fácil llegar a ellos; se aconseja contratar guía y chófer.

6. JERASH

Jerash fue una de las ciudades grecorromanas más importantes de Oriente Medio. Sus ruinas están tan bien conservadas que permiten -sin echarle demasiada imaginación- sumergirse en una ciudad de hace 2.000 años. algunos de cuyos rincones parecen estar tal cual fueron en su época dorada. Caminas por el foro y crees que te vas a cruzar con alguno de los artesanos, mercaderes, legionarios,  escribas, tribunos y nobles que una vez caminaron también por estas mismas piedras. Arcos de triunfo, termas, templos, calles, viviendas particulares, columnas y hasta el hipódromo se conservan en igual estado de perfección. Una visita ineludible en Jordania.

7. MAR MUERTO

Otra visita obligada, aunque el paisaje decepciona. El mar está eso… muerto. Y sus riberas, también. Pero el simple hecho de darse un baño en este lugar bíblico, flotar en sus aguas hipersalinas y gozar de la calidad de sus hoteles justifica una visita de un día (no más).

CÓMO IR

Viaja a Jordania con Cadena Ser Viajes: 8 días desde Madrid o Barcelona, desde 725 € (con extensión a Jerusalén, 1.320 €)

 
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