"Nelson Mandela logró que blancos y negros lloren hoy juntos su muerte"

El mundo ha empezado a asumir la pérdida de la figura más emblemática que ha existido en el último siglo. La muerte de Nelson Mandela ha sumido al planeta en un sentimiento de orfandad, que sólo se podrá superar aferrándose a su legado, a su lucha contra el racismo y en favor de la igualdad y la libertad. Madiba, el abuelo, como era popularmente conocido en Sudáfrica, siempre fue un hombre libre, incluso mientras estuvo encerrado en esa pequeña celda de tres metros de largo por uno de ancho de Robben Island en la que pasó 19 de los 27 años de cautiverio. Quizá fue menos libre cuando la enfermedad empezó a debilitar su anciano cuerpo y uno de los pocos deseos que expresó antes de morir es que quería ser enterrado en su tierra natal, en Qunu.Ahí descansarán sus desde el próximo 15 de diciembre.

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Las lágrimas no tienen color. Hoy Sudáfrica llora. Y no llora en negro ni en blanco. Porque él, Nelson Mandela, lo consiguió. El silencio, el dolor de la pena, la admiración, como las lágrimas, no tienen color. Porque él, Madiba, el abuelo, lo enseñó. El que dijo a los negros: "si queréis olvidar el apartheid, debéis aprender a perdonar"; y a los blancos: "si queréis ser perdonados, debéis olvidar vuestro apartheid". Mandela cambió la ira por el perdón, consiguió soñar encerrado y en libertad consiguió su sueño. Mandela fue carisma e integridad. Mandela fue coherencia, estrategia y acción. Un referente empático, respetuoso, íntegro.

¿Cómo puede alguien transformar la soledad, el desprecio del otro, el abandono... en fuerza, en capacidad de perdón? ¿Cómo pudo encontrar la ruta para conseguir su objetivo, la igualdad, encerrado en la oscuridad? No era un hombre más. Mandela era transparencia. Como las lágrimas que hoy lloran su muerte, llenas de orgullo, de paz, de igualdad. Hoy Sudáfrica llora unida, unida por esas lágrimas que no tienen color.

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John Carlin: "Mandela logró que blancos y negros lloren juntos su muerte"

A punto de coger un avión hacia Sudáfrica, el periodista, en conversación con 'Hora 25', dice estar seguro de que se va a encontrar lo que ha pensado mucho tiempo: "Mandela va a tener una última y gran victoria, y es que en un país tan profundamente dividido cuando él salió de la cárcel, ahora blancos y negros están celebrando su vida y están lamentando su muerte por igual. Van a llorar junto y eso da la media de lo que logró Mandela".

John Carlin recuerdo que convirtió especial a Mandela. "Era el líder política perfecto, una gran presencia, un gran carisma, una absoluta coherencia entre sus pensamientos y acciones en el terreno político y privado, tremendamente respetuoso. La palabra clave para él era el respeto". Además, asegura que "fue un gran estratega político que pensó durante muchos años la ruta más eficaz para llegar a su objetivo". Y lo consiguió.

"Es es el padre de la justicia, el hombre más grande del siglo XX"

Sami Naïr escribía este viernes en 'El País': "La muerte de Mandela es impotente, pues se ha convertido, a su manera modesta y tranquila, en el ejemplo mismo de la humanidad del ser humano". En el programa especial de 'Hora 25' el escritor y pensador ha explicado que "Mandela representa lo mejor que se puede concebir en la humanidad, en nuestras luchas y anhelos, en el patrón de lo que el ser humano poder considerar como mejor. El faro se ha apagado y no volvemos a tener un hombre con una visión como la suya". Naïr ha alabado su "inteligencia extrema" a la hora de abordar el conflicto racial y "su capacidad para estar por encima del poder". "No era un político, no buscaba la victoria, él entendió que la victoria era la reconciliación. Es el padre de la justicia, el hombre más grande el siglo XX", ha sentenciado.

Eduardo Galeano ha sido muy crítico con la mirada del resto del mundo a la figura de Mandela durante el siglo XX. "Hay mucho hipocresía en esa especie de duelo universal, mucha lágrima de cocodrilo con alguien que integró 60 años la lista de terroristas de EEUU y su nombre no fue borrado hasta 2008. He sido un admirador de Mandela y los que los catalogaron de terrorista deberían pedirle ahora perdón a todo el mundo", ha asegurado en una breve intervención en 'Hora 25'. Sami Naïr respalda esta crítica pero valorar que ahora el mundo ha sabiado apreciar su figura.

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El hombre que unió Sudáfrica a través del rugby

Un 24 de junio de 1995 en el estadio de Ellis Park de Johannesburgo ocurrió el milagro. Con todo un país entregado a su selección los 'Springboks' rompieron todos los pronósticos para ganar a la gran favorita del torneo, Nueva Zelanda. Tras una prórroga de infarto un 'drop' de Joel Stransky dio la victoria (15-12) a Sudáfrica. Las imágenes que se vieron ese día en Sudáfrica dieron la razón a Mandela. Personas que nunca habían celebrado una victoria de los 'Springboks' salieron a la calle a gritar de alegría y aficionados blancos ondearon por las calles de las ciudades sudafricanas la bandera constitucional sudafricana.

Michael Robinson recuerda en 'Hora 25' cómo fue aquella final. "Las esperanzas eran enormes, pero el hombre negro odiaba al blanco, aunque poco a poco se iba haciendo la idea, compraba camisetas y bufandas. Me sorprendió cómo todos coreaban el nombre de Nelson y no se me olvidara, al terminar el partido, la avalancha negra abrazando a cualquier blanco y llamándolo 'brother'. Nunca olvidaré sus caras", ha señalado. Además, también ha participado en este programa especial Fermín de la Calle, exjugador de rugby y periodista, que ha analizado la situación actual de este deporte en Sudáfrica.