La reforma de la discordia

Primarias obligatorias, listas cerradas desbloqueadas e igualdad del valor de voto son tres de las claves de la reforma electoral propuesta por UPyD e Izquierda Unida en Asturias. Una nueva ley con la que -dicen- se pretende eliminar los privilegios que favorecen a los dos grandes partidos.

La reforma de la Ley Electoral es una materia esencial del programa político de UPyDa, no sólo en Asturias sino a nivel nacional. Ha sido en esta comunidad donde el resultado de los comicios autonómicos de 2012 permitió a la formación magenta desarrollar su propuesta tras un pacto parlamentario con los socialistas que ahora se rompe, precisamente por la imposibilidad de llevar a cabo sus pretensiones.

La idea básica de esta reforma es crear un sistema que mejore la proporcionalidad convirtiendo los votos en representantes. Para ello en un primer momento UPyD e IU pretendían convertir Asturias en una circunscripción única, que es la forma en la que se suelen dividir aquellas comunidades en las que sólo existe una provincia. En España sólo Asturias y Murcia tienen más de una circunscripción a pesar de ser regiones uniprovinciales. Finalmente la propuesta llevada a la Junta General del Principado y que ha sido rechazada mantiene las tres demarcaciones en las que se divide la comunidad en las elecciones autonómicas.

La primera clave de la reforma para crear ese sistema "más justo" se basa en un cambio en el reparto de los escaños. Se mantienen los 45 existentes en el Parlamento pero del total, 35 se asignarían a las circunscripciones en función de la población, y los diez restantes mediante un sistema de cocientes con el que se garantiza la igualdad de voto, independientemente del partido que lo recoge o del lugar desde el que se deposita.

La reforma entra también a regular la elaboración de las candidaturas de los partidos políticos. Ambas formaciones pretenden instaurar un sistema de listas cerradas desbloqueadas con el que los electores pueden dar un voto preferencial a nueve de los miembros de esa candidatura. De esta forma la elección del ciudadano se impone a la del partido porque un candidato que esté situado a la cola de la lista puede obtener representación si recibe un número determinado de votos preferenciales. Las primarias deben ser obligatorias para elegir al cabeza de lista para cada circunscripción. Así, aseguran, se garantiza un proceso democrático de concurrencia de candidatos y la participación además de, al menos, los militantes.

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La proposición de Ley pretendía también que las circunstancias sobrevenidas no alterasen las mayorías políticas obtenidas en las urnas. Es decir que si un diputado causa baja por enfermedad (superior a 30 días) o por permiso de maternidad pueda ser sustituido temporalmente en el ejercicio de sus funciones. El texto quiere establecer además igualdad de oportunidades en los debates políticos de los medios de comunicación públicos o favorecer la votación a los ciudadanos que residen en el extranjero mediante la articulación legislativa de un sistema de voto electrónico a distancia.

La reclamación de un cambio de sistema electoral por parte de los partidos minoritarios no se limita sólo al Principado de Asturias. Estas mismas formaciones también demandan una reforma del texto que rige los comicios generales porque, en su opinión la norma fue diseñada en plena transición política. "Cumplió entonces con las necesidades del momento", pero ahora, más de treinta años después de las primeras elecciones democráticas es preciso corregir "algunas disfuncionalidades para asegurar una vida democrática más representativa, justa e igualitaria".