"No es que los controles no se hicieran correctamente, es que no se hacían"

Crece la desconfianza entre los consumidores tras confirmarse el primer caso de fraude por la presencia de carne de equino en unos canelones con relleno de carne etiquetada como de vacuno.

La presencia de ADN de caballo en productos etiquetados como vacuno ha generado dudas en los consumidores por la posibilidad de estar adquiriendo carne no adecuada para el consumo humano. Jesús Soria, al frente del blog SER Consumidor se pregunta "cómo puede haber tantos productos en el mercado sin que se haya detectado hasta ahora. " Y añade ¿Puede haber otras cosas que no se han detectado hasta ahora?" Considera que lo preocupante es que "se puedan estar derivando animales que no han sido criados para el consumo a la cadena alimentaria"

De hecho todas las empresas han aumentado los controles desde que estalló la crisis de la carne de caballo. Nicanor Martín, director de consultoría de Laboratorios Aquimisa asegura que "desde que ha habido estas alertas todas las empresas han puesto más atención. No es que los controles no se hicieran correctamente, es que no se hacían." No obstante, asegura que desde la semana pasada "hay un acto legislativo publicado en la UE que obliga a los estados miembros a realizar un plan coordinado contra estas prácticas fraudulentas, todos los operadores tienen que ponerse al día. Desde el carnicero hasta el almacenador, tendrán que estar pendientes"

Polémica al margen, el conflicto está perjudicando la imagen de esta carne, tal y como ha explicado en 'Hoy por Hoy' Gema Fernández, Gerente de la Asociación de criadores burgaleses de carne de potro: "La carne de potro tiene menos grasa que la del pollo. Tiene muchísimos más minerales, más proteínas, más vitaminas, mucho hierro y unos niveles de colesterol bajísimos. Por 100 gramos de vacuno, tiene 60 mg de colesterol, la carne de potro tiene sólo 20"