El enésimo espectáculo de Messi impulsa al Barcelona antes del Clásico

El Barça sigue imparable, tras la derrota en Anoeta la semana pasada, Leo Messi se encargó de evitar más sustos para su equipo, que llega al duelo de Copa ante el Real Madrid tras dos goleadas, ante el Málaga y ante Osasuna

Messi. Messi. Messi. Messi. Y así hasta 33 veces en esta Liga y 202 desde que debutó en la competición doméstica. Leo Messi no tiene fin, él solo lleva este año ya más goles que diecisiete equipos de la Primera División, es decir, que solo el Real Madrid y el Atlético de Madrid (además del Barça) llevan más goles que un solo jugador. Messi ya suma, en la jornada 21, más goles que todos los pichichis de la historia de la Primera División, solo Zarra, Baltazar, Hugo Sánchez, Cristiano Ronaldo y el Messi del año pasado han acabado el año con más de 33 goles. Atrás quedan pichichis como Di Stéfano, Ronaldo o Romário. Por si fuera poco, con su primer gol del partido, sumó otro hito, otro récord. Es el primer jugador en la historia de la Liga que anota en 11 jornadas consecutivas.

El partido en sí tuvo poca historia, lo encarriló en la primera parte el Barça, que en el minuto 10 aprovechó un mal despeje de Andrés que acabó en los pies de Xavi, que tras un caño, vio el desmarque de Leo para que el goleador de la noche regateara a Andrés Fernández sin tocar la pelota y poner el primero.

Puso el miedo en el aficionado Osasuna poco después, una buena jugada por la derecha acabó en la bota de Loe, que disparó de primeras para empatar el choque. La única critica a este Barça es precisamente esa, que el rival solo necesita media ocasión para hacerle un gol, algo que puede resultar letal en los partidos de ida y vuelta, como el del miércoles ante el Real Madrid.

Con el empate llegó la jugada desgraciada para Osasuna. Un disparo desde la frontal se estrellaba contra el brazo estirado de Arribas. Segunda amarilla para el central y a la calle. La roja, con manual en mano es justa, pero abre una vez más el debate sobre si todas las manos deben ser amarilla. Penalti para Messi y gol. El segundo del argentino.

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El tercero llegó antes del descanso, otro pase medido de Xavi para Alves acabó con un pase de la muerte del brasileño para Pedro, que sigue con su idilio con el gol y ya suma tres partidos seguidos viendo puerta.

Con el partido decidido la segunda parte solo tenía un interés, saber si Messi igualaría a Cristiano Ronaldo logrando un triplete y si, algo que se antojaba inverosímil, conseguía otros dos goles y sumar aumentar la increíble cifra de 200 goles en Liga desde que debutase en un derbi catalán en 2004. Y otra vez Messi reventó otro reto. De forma casi consecutiva el argentino se inventó otros dos goles. Uno a pase de Villa, que volvió con nota a la titularidad, y otro tras una asistencia de Adriano, que dio descanso a Jordi Alba. También descansaron Cesc e Iniesta. Roura cambió en la segunda mitad a Sergio Busquets, a Pedro y a Xavi pensando en el duelo del miércoles en el Bernabéu. Al que no cambió fue a Messi, el delantero argentino no quiere perderse ni un minuto de competición mientras los estadistas se vuelven locos sumando, restando y multiplicando cifras en busca de ese reto que aún le queda por batir al argentino. A buen seguro lo encontrarán, pero Messi no tardará en batirlo, por algo es el mejor de la historia.