Sesenta años de reinado de Isabel II

De niña nadie esperaba que fuera reina, era la tercera en la línea de sucesión. Hoy está a un paso de protagonizar el reinado más largo de la historia británica, que comenzó un día de junio de 1953.

Dicen que es la mujer más fotografiada del mundo, y una sobre las que más se ha escrito y, sin embargo, sigue conservando un halo de misterio. Sus biógrafos la describen como astuta, malhumorada, tenaz y sobre todo eterna. Ha asistido a la disolución del imperio británico, ha conocido a doce primeros ministros, ha fulminado todos los récords reales a la hora de viajar y lleva acumulados más medio centenar largo de discursos navideños. El primero lo dio con 31 años.

Eran los años 50 y Elizabeth Alexandra Mary, su nombre completo, era considerada una reina de cuento de hadas. Pero ese cuento comenzó a torcerse en los 80, cuando las crisis matrimoniales de tres de sus hijos se hicieron públicas hasta completar aquel famoso 'Annus Horribilis' (1992) en el que vio arder esos enlaces y su preciadísimo castillo de Windsor, todo a la vez.

Pero lo peor estaba por venir. La popularidad de la reina no dejó de caer durante los años 90 y, presionada por la opinión pública, pagó por primera vez el impuesto sobre la renta (y no es un asunto menor). Su fortuna personal siempre ha sido objeto de quinielas. Dicen que supera los 450 millones de dólares, algo que el Palacio de Buckingham considera "groseramente exagerado. Con todo, el peor momento fue su reacción, más bien su ausencia total de reacción, a la muerte de Diana de Gales. Tardó casi una semana en pedir perdón.

Adicta a la tradición que intenta adobar con destellos de modernidad, con 81 años, Isabel II entró en el ciberespacio al inaugurar su propio canal de video en YouTube y a la vez, a esa misma edad, inauguraba nuevas guerras junto a Bush.

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Distante con sus hijos, al menos en público; sus únicas pasiones son los caballos, los perros y esos llamativos sombreros que al parecer se coloca para que se la vea desde bien lejos. Hay una cuarta pasión, reinar, porque esta mujer, no piensa abdicar.