Barcelona y Atlético de Madrid se citan en la final de la Copa del Rey
El Barcelona Intersport <b>se convirtió en el primer finalista de la Copa del Rey tras imponerse hoy por 26-28</b> al Cuatro Rayas Valladolid. Horas más tarde el Atlético hizo lo propio venciendo al Torrevieja
Figuras como Siarhei Rutenka, que permitió afrontar en ventaja el último minuto, al transformar un penalti que el mismo forzó y sobre todo, el portero Danjel Saric, que paró un último lanzamiento de Joli que acabó con cualquier esperanza de victoria del conjunto castellano
Un Cuatro Rayas Valladolid que consciente de la imposibilidad de competir con el Barcelona en un intercambio constante de goles, el Cuatro Rayas Valladolid trató desde el comienzo de ralentizar todo lo posible el ritmo de juego, sabedor de que cuanto más bajo fuese el tanteador más aumentaban sus posibilidades de victoria.
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Así el conjunto castellano masticó y masticó cada uno de sus ataques, con el doble objetivo de evitar las pérdidas de balón, una condena segura ante un rival como el Barcelona, y de hacer llegar el balón a los jugadores de segunda línea.
Donde hoy sí, y a diferencia de lo ocurrido en los cuartos de final ante el Academia Octavio, los Nikcevic, Víctor Alonso o Romero se mostraron infalibles, con goles y más goles, que permitieron al Cuatro Rayas tomar una ligera ventaja (5-3) en el marcador.
Pero para doblegar al Barcelona hace falta algo más que un buen ataque, algo de lo que eran plenamente conscientes los pupilos de Juan Carlos Pastor, que se emplearon a fondo en defensa, donde contaron con el apoyo de un inspirado José Manuel Sierra.
Paradas que permitieron al Cuatro Rayas Valladolid ampliar su ventaja en el marcador a unos inquietantes cuatro tantos (14-10), que obligaron a pedir con un urgencia un tiempo muerto al técnico barcelonista Xavi Pascual.
Charla que pareció despertar a un hasta entonces adormecido Siarhei Rutenka, que asumió toda la responsabilidad ofensiva con tres goles casi consecutivos, a los que respondió un magnífico Davor Cutura, que a aunó a su clarividente dirección de juego una tremenda efectividad.
Goles que permitieron al Cuatro Rayas Valladolid llegar al descanso con una renta de tres tantos (16-13), que la mejoría defensiva y, sobre todo, la irrupción de Saric, que sustituyó al sueco Sjostrand, permitieron al Barcelona reducir a la mínima expresión (20-19) cumplidos los diez minutos de la segunda mitad.
Pero el conjunto castellano no estaba dispuesto a dilapidar tan fácilmente el buen trabajo realizado en la primera mitad, y aferrado a la buena labor de Sierra, que detuvo hasta tres penaltis, y a la efectividad del pivote Ángel Romero volvió a abrir de nuevo una pequeña brecha (22-19) en el marcador.
Sin embargo, el Barcelona ya había entrado de lleno en el partido, una mala noticia para cualquier rival, máxime cuando alguna de sus estrellas parecen especialmente motivadas, como ocurrió con Rutenka, que no estaba dispuesto a que el Valladolid les volviese a dejar fuera de una final.
Precisamente dos goles del lateral bielorruso sirvieron de inicio para la remontada azulgrana, que aprovechando una exclusión del francés Joli, se situaba, tras muchísimos minutos a remolque, por delante en el tanteador (23-24) a nueve minutos para la conclusión.
Un tiempo en el que el Cuatro Rayas Valladolid fue incapaz de aprovechar una última exclusión de Laszlo Nagy, a menos de tres minutos para el final, para decantar el duelo a su favor. Todo lo contrario que el Barcelona, que hizo valer su calidad en unos minutos finales en los que primero Rutenka, al transformar un penalti que el mismo forzó, y posteriormente Saric, que detuvo el lanzamiento de Joli que podía haber dado la igualada a los castellanos, decantaron definitivamente el marcador (26-28) para los de Xavi Pascual.
El Atlético de Madrid se deshace del equipo local
El Atlético de Madrid cumplió con los pronósticos y se enfrentará mañana (16:00) con el Barcelona Intersport en la final de la Copa del Rey, tras imponerse por 20-27 al Torrevieja.
Un conjunto alicantino, arrastrado por el entusiasta público que abarrotaba el Palacio Infanta Cristina, se embarcó desde el inicio en una temeraria apuesta, derrotar a la carrera al equipo que más corre del panorama nacional, el Atlético.
Así a las fulgurantes transiciones de los rojiblancos, los alicantinos respondieron con otras no menos veloces, a las que añadir el esfuerzo de un rapidísimo repliegue con el que los de Manolo Laguna intentaron impedir que los madrileños lograsen goles fáciles.
Pero el arsenal del que disponen los de Talant Dujshebaev es tan amplio, que no sólo depende de su veloz ataque, como demostró el danés Nikolaj Markussen, que con sus temibles latigazos permitió al Atlético abrir la primera brecha importante (2-6) en el marcador.
Sin embargo, el correcalles en el que por momentos se convirtió el duelo, impidió que los madrileños consolidasen esta ventaja, contagiados por las prisas de los locales, que parecieron no tener en cuenta la factura de tan formidables esfuerzo Un ir y venir constante, que permitió al Torrevieja, que encontró en el pivote Eloy González el mejor camino hacia la portería atlética, reducir su desventaja hasta tan sólo un gol (5-6) superado el ecuador de la primera mitad.
Pero pocos equipos están capacitados el ritmo del Atlético, que recobró nuevas fuerzas con la entrada, como es costumbre en Talant Dujshebaev de un equipo totalmente nuevo al cumplirse los quince minutos de juego. Un lujo que no puede permitirse el Torrevieja que pese a seguir corriendo y corriendo comenzó ya a acusar el cansancio, lo que no desaprovecharon los rojiblancos para situarse de nuevo con cuatro goles de diferencia (9-13) a la conclusión de la primera mitad
Renta que aprovechando la doble exclusión de Chernov y Rasic, y sobre todo, el buen hacer de José Javier Hombrados, que ya cerró el primer tiempo con un cuarenta y cuatro por ciento de paradas, el Atlético de Madrid amplió a los seis tantos (12-18) a los diez minutos de la segunda parte.
Diferencia que parecía sentenciar definitivamente la victoria de los madrileños, que, sin embargo, tuvieron obligarse a un último esfuerzo, ante el empeño del portero Dimitrije Pejanovic, el héroe de los cuartos de final ante el Caja3 Aragón, y Eloy González, que con sus goles redujo a la mitad (16-19) la ventaja atlética.
Pero ni Hombrados, que parece dispuesto a que nadie se acuerde del lesionado Sterbik, ni Lazarov, que demostró en la segunda mitad el cañón que posee en su brazo izquierdo, estaban dispuestos a que nada les impidiese enfrentarse al Barcelona en la final.
Una final en la que rojiblancos y azulgranas dirimirán un nuevo asalto del duelo que mantienen por la supremacía del balonmano español y que ahora registra tablas tras el triunfo del Atlético en la Supercopa y la victoria del Barcelona en Vistalegre que deja la Liga en manos barcelonistas.
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