El Atlético cede el liderato en unos increíbles últimos cuatro minutos

El increíble desenlace no entraba en los planes de nadie en el estadio Friuli. Ni en el equipo local, ni en su afición, ni en el conjunto visitante por el desarrollo del encuentro, el quinto consecutivo sin ganar del Atlético, que hoy tampoco tuvo puntería sobre la portería rival. Ya lleva tres choques seguidos sin marcar.

Este jueves, el Atlético de Madrid cumplió en su visita a Udine hasta el tramo final del duelo, cuando se le escapó un partido en el que había merecido, como mínimo, el empate, quizá el triunfo por fútbol y ocasiones en la primera hora del encuentro, pero que perdió por 0-2, con el primer tanto en contra en el minuto 89. El segundo llegó en el 93.

Nada que ver con el comienzo del choque. Un susto inicial, un cabezazo desviado de Floro Flores en un desajuste en el marcaje de los rojiblancos en los primeros instantes, dio paso al dominio del equipo madrileño, que presionó y jugó en el medio campo y que profundizó por las bandas con Pizzi, Filipe Luis, Perea y Juanfran.

La movilidad, las subidas por las bandas, la convincente distribución de la pelota y la seriedad defensiva le otorgaron al Atlético el control del choque prácticamente desde el comienzo del duelo, con Diego como jefe de operaciones en el centro del campo y con mucha presencia en el área italiana, pero sin remate, sin pegada arriba.

Es el problema más llamativo del conjunto rojiblanco en las últimas citas. Ha pasado de golear 4-0 a Racing y Sporting de Gijón a marcar solo un tanto en cinco partidos. Este jueves desperdició todas sus ocasiones, una acción de Perea, un disparo alto de Falcao, un tiro de Pizzi, otro de Gabi, una inmejorable oportunidad de Godín...

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Tuvo casi todas las opciones de gol de la primera hora del encuentro, salvo un lanzamiento de falta de Floro Flores, en la primera mitad, y un intencionado cabezazo de Benatia, despejado a córner con una estirada fantástica por el belga Thibaut Courtois, seguro en cada momento que el equipo necesitó sus intervenciones.

Ahí ya se equilibró el encuentro. El Udinese, sin nada, ya se sentía con las mismas posibilidades de victoria que el Atlético, que necesitaba más. Gregorio Manzano dio entrada a Reyes en lugar de Juanfran, Gabi mandó alto un nuevo disparo y el partido entró en los últimos veinte minutos con más méritos del equipo madrileño, pero aún sin gol.

Y con inquietudes defensivas, más por sus propios errores que por las cualidades ofensivas de su oponente, un rival, a pesar de jugar como local, mucho más centrado en aguantar en defensa que en incomodar atrás a la imprevisible zaga del conjunto rojiblanco, pero que amplió sus estadísticas en ataque en el tramo final del choque.

No marcó el Atlético. Y lo pagó en los últimos minutos con un duro castigo, dos goles, uno de Benatia, que aprovechó un rechace y cuyo disparo se convirtió en el 1-0 (m. 89) tras tocar en Perea y engañar a Courtois, y otro de Floro Flores, en un contragolpe. Un resultado inesperado que baja del liderato al conjunto rojiblanco.