Un incendio en La Riba corta el AVE entre Lleida y Tarragona
Más de 4.500 viajeros se han visto afectados por este corte
Un helicóptero en las tareas de extinción del incendio de La Riba(EFE)
El incendio forestal de La Riba (Tarragona), el más importante de este verano en Cataluña, arde sin control y ya ha arrasado unas 300 hectáreas de matojo y pino, lo que ha obligado a desalojar a centenares de personas y a 4.500 viajeros afectados por cortes ferroviarios y del AVE.
La magnitud de las llamas ha obligado a evacuar a centenares de personas -a falta de confirmación de los datos exactos- de refugios, urbanizaciones y naves industriales de la zona, así como al corte de dos carreteras, la TV-7044 y la C-14, y la circulación ferroviaria y el AVE entre Lleida y Tarragona.
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Más de 4.500 viajeros se han visto afectados por este corte, 1.771 de ellos se encontraban ya en tránsito, por lo que Renfe ha puesto en marcha un dispositivo de transporte alternativo con una flota de 40 autobuses con 2.000 plazas que cubren el recorrido entre Lleida y Tarragona.
El fuego se ha originado sobre las 14 horas junto a la carretera TV-7044, cerca del punto kilométrico 2, y ha progresado en dirección sudeste conducido por el viento de mistral.
Dispositivo contra el fuego
Un total de 88 dotaciones terrestres de los Bomberos de la Generalitat y 14 medios aéreos han trabajado en la zona para tratar de controlar el perímetro del fuego que sigue sin control, ya que sólo ha podido detenerse el avance por el flanco izquierdo.
Toda la operación se está dirigiendo desde el Centro de Mando de Bomberos de la Generalitat que se ha instalado en el patio del punto verde de recogida de residuos de Vilaverd (Tarragona), donde también se ha trasladado el conseller de Interior, Felip Puig, y la unidad móvil de la Dirección General de Protección Civil.
La máxima preocupación de los bomberos son las fuertes rachas de viento de 30 a 60 km/h que se registran en la zona y que, según los pronósticos meteorológicos, seguirán hasta mañana por la mañana o incluso hasta el mediodía.
Este viento está complicando los trabajos de los equipos contraincendios para controlar las llamas e impiden que los aviones de vigilancia y ataque colaboren en las tareas de extinción.
