Djokovic se impone a Nadal en Wimbledon y se erige nuevo rey del tenis
El serbio vence a Nadal (6-4, 6-1, 1-6 y 6-3) por quinta vez en una final en lo que va de año y se proclama campeón de Wimbledon. Es el primer título londinense para Novak, que este lunes se levantará como nuevo número uno del mundo
Djokovic necesitó casi dos horas y media de duelo para derrotar a Nadal, defensor del título, que no vivió hoy sus mejores momentos en la pista al verse afectado en varias ocasiones decisivas por sus propios errores
Si en la Fórmula 1 se suele decir que lo que importa es el coche, en el tenis se suele decir de la cabeza. El particular, la de Nadal, tenía que lograr el equilibrio entre el gran torneo que llevaba y el hecho de jugar contra un rival que le había ganado las últimas cuatro veces.
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La batalla entre el número uno saliente y el entrante arrancó igualada y con mucho fulgor. Rafa sabía desde el inicio que debía ser ofensivo con su derecha si quería ganar, en hierba no vale nunca con defenderse. Por su parte, el aspirante y nuevo número uno acometió el reto con la idea de castigar revés del balear.
En el primer set se sucedieron los 'ace' y los servicios sin opción para el rival, con la salvedad del último juego en el que Nadal, con 5-4 en contra, adoleció de jugar presionado y entregó la primera manga. Esta pérdida desató un caos en la mente del campeón vigente, que vio cómo por culpa de dos errores tenía que cambiar sus planes.
En esas que uno peleaba con su cabeza, Djokovic se convertía a un tifón que mandaba hondonadas de pelotas a las líneas. El segundo set no tuvo historia, ni siquiera para el público, que intuía un partido más corto de lo esperado. 6-1 y fervor en el palco de Djokovic, quizás con un estridencia más propia de ganar el torneo que de ganar un set.
Pero si la cabeza es lo que prima en el tenis, Rafa tiene la mejor de todas. Y pese a regalar a prácticamente regalar un set, en el tercero se negó a entregarle el partido a 'Nole'. Volvió a hacer girar el choque en torno a su derecha y el serbio, confiado, cayó en la trampa para abrirle la puerta del partido a Nadal. 1-6.
El partido era una montaña rusa de emociones. En los albores de la cuarta manga se intercambiaron dos rupturas, si bien Nadal contó con la ayuda de la cinta de la red en el momento idóneo. Hasta ahí, el partido continuó equilibrado hasta el 4-3. Allí el serbio se aprovechó de la fragilidad de Nadal con el primer servicio y tomó ventaja; servía para ganar el torneo.
Y lo ganó. Un revés paralelo de Nadal se marchó largo y ahí acabó el partido. Que no el duelo Nadal-Djokovic, que proseguirá durante mucho tiempo y seguro que con muchas alternativas. Se abre así un nuevo ciclo en el tenis mundial, la próxima parada: la preparación del US Open en las duras pistas americanas.