Hace tres años del comienzo del reinado

Tras una competición impoluta, la victoria 1-0 ante Alemania en el Ernst Happel Stadion de Viena coronó a España como la mejor selección de Europa en lo que sería un aperitivo de lo que ocurriría 2 años más tarde en Sudáfrica.

La aventura arrancó en Innsbruck un 10 de junio, cuando España debutó ante Rusia ganando por 4-1 con tres goles de Villa y otro de Fábregas. Cuatro días más tarde, La Roja selló su pase al ganar con un gol en el último minuto a la Suecia de Ibrahimovic gracias a los goles de Torres y de Villa (1-2). El tercer partido fue un trámite ante Grecia, defensora del título europeo. Luis Aragonés aprovechó el partido para cambiar de once y los 'suplentes' no defraudaron. Güiza y De la Red marcaron los goles que sirvieron para remontar el inicial gol heleno.

Adiós a la maldición de cuartos, adiós a Italia

Tras pasar como primera de grupo España se encontró en cuartos con Italia. Todo un reto para el grupo de Aragonés que tenía la oportunidad de derribar el muro de cuartos de final ante la última campeona del mundo, la Italia de Buffon y compañía. Tras 120 minutos agónicos y no aptos para cardiacos se llegó a la tanda de penaltis. Ninguno de los dos conjuntos fue capaz de romper el 0-0 inicial. En una tanda de penatis épica, con una mezcla entre miedo e ilusión entre la afición española... apareció Iker Casillas. El capitán de España atajó dos lanzamientos para así darle a España el pase a las semifinales de la Eurocopa.

En semifinales Rusia volvió a aparecer en el camino hacia el título. En semifinales España firmó el mejor partido del campeonato para dejar a los rusos en la cuneta tras ganar 0-3 con goles de Xavi, Güiza y Silva. Esa victoria le dio a España el pasaporte a la ansiada final de la Eurocopa 2008.

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La final sirvió para romper la afirmación hecha por Gary Lineker de que "el fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan once contra once detrás de un balón, y al final siempre gana Alemania" porque esta vez fue España la que se hizo con el triunfo. Un pase de milimétrico del maestro Xavi Hernández para Fernando Torres y el gol del '9' de España dieron a La Roja el triunfo en la gran final.

Esa jugada, ese momento, ese instante quedará para siempre en la retina de todos los españoles, que vieron como por fin España era la mejor, era la ganadora... Luis Aragonés y sus chicos lo habían conseguido. España era campeona de Europa.