La vida en rojo

Hace dos años sorprendió a todos con su nuevo look. Hombre pausado, no muy amigo de los sobresaltos, tampoco de los cambios, el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, apareció en una rueda de prensa con unas gafas rojas, algo que nadie pasó por alto.

 Mucho se comentó ese cambio de imagen, que algunos lo consideraron un intento de modernizar su imagen a dos años de la cita con las urnas. Lleva gobernando tres legislaturas en la ciudad, ahora va a por la cuarta, y el miedo de sus colaboradores es el miedo al cansancio. Se iniciaba entonces la estrategia electoral de su equipo. Esas gafas rojas son hoy el elemento clave de su campaña. De hecho, se repartieron por la ciudad miles de gafas similares a las del alcalde. Incluso hasta las “dos marías” –  dos esculturas situadas en la Alameda compostelana que representan a dos mujeres que dejaron huella en la ciudad – se han sumado a la campaña. Gafas de pasta roja que, según el PSOE, permiten mirar con confianza al futuro. Una mirada en rojo, una mirada progresista, hay incluso quien, tirando de ironía, dice que esas gafas deberían haber servido para ver la crisis económica antes.

 Fue, sin duda, un golpe de imagen que cogió a pie cambiado a los otros candidatos. También a los ciudadanos, que pensaron que abría una nueva óptica en la ciudad. Pues no, Bugallo no quiere ser óptico, quiere seguir siendo alcalde, ya veremos si los compostelanos quieren seguir mirando la vida en rojo, o prefieren otro color.