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El Real Madrid se hace con el trofeo homenaje a Franz Beckenbauer

Los de Mourinho vencen al Bayern en la tanda de penaltis, tras llegar al minuto 90 con 0-0

Cristiano lucha por un balon frente al jugador de Bayern de Munich(Reuters)

Cristiano lucha por un balon frente al jugador de Bayern de Munich

El Real Madrid ha empatado sin goles ante el Bayern de Múnich en un gris partido de los de José Mourinho, cuyo principal motivo fue homenajear al mítico Franz Beckenbauer, y que sirvió para ver el estreno del portugués Ricardo Carvalho y el alemán Sami Khedira como nuevos jugadores merengues

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Sin duda alguna, el gran protagonista el partido fue Iker Casillas. El meta mostoleño demostró a su nuevo técnico porqué sigue siendo uno de los mejores porteros del mundo. El flamante capitán del conjunto blanco detuvo un penalti durante el encuentro, y otros dos en la tanda de lanzamientos que dirimió al vencedor. Su capacidad de liderazgo, además de su sobrada calidad, contribuyen a que el Real Madrid sea mejor en todos los aspectos. Casillas acaparó los focos, pero también lo hicieron los dos debutantes del nuevo proyecto, Khedira y Carvalho.

El centrocampista alemán, que debutaba ante sus compatriotas, dio más la sensación de estorbar la función que desarrolla Xabi Alonso, acostumbrado por la selección y el pasado curso a rodearse de jugadores más creativos, con más iniciativa. Pese a esto, el ex del Stuttgart pudo incluso haber marcado su primer tanto como madridista.

El caso es que no fue un partido de florituras. Carvalho, que heredó provisionalmente el dorsal ''2'' de Arbeloa, cumplió y poco más. El internacional portugués, recién llegado a la casa blanca esta semana, aún debe asentarse para saber que las exigencias del Real Madrid son incluso superiores a las de su antiguo Chelsea. Y eso que el Madrid salió con fuerza, con Higuaín y Cristiano buscando la vertical y las cosquillas de la defensa bávara, pero no dieron con la tecla adecuada para batir la meta defendida por Butt. Los errores del cuadro español avivaron el juego muniqués, que comenzó a ganar enteros por el buen hacer de Klose, siempre pendiente de los rechaces.

El Bayern había tenido su oportunidad. Ramos derribó a Ribery a los siete minutos y el colegiado mandaba a los germanos al punto de penalti. Badstuber erró, Casillas sacó pecho, el Madrid seguía sin despertar, aletargado bajo el manto de años anteriores. El equipo necesita un pinchazo para despertar, y no siempre se produce esta reacción tras el aviso.

Y así se llegó a la segunda mitad en la que Mourinho introdujo una gran variedad de cambios. Benzema tuvo su momento, pero no colaboró lo suficiente. Albiol volvió a vestirse de blanco y Van der Vaart relevó a un Canales que no escatima en descaro, desparpajo y valentía cuando lleva el balón pegado a sus pies. El final de los 90 minutos propició el lanzamiento de penas máximas. ''Mou'' se acercó uno por uno y señaló a los elegidos. El Real Madrid metió los cuatro que lanzó, el Bayern erró en dos. Otra vez culpa del de siempre, un tal Iker Casillas.

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