El Manhattan de Cullera

Valencia

El pleno del Ayuntamiento de Cullera (Valencia) ha aprobado definitivamente el mayor proyecto urbanístico de la comarca, el conocido como Manhattan de Cullera, y que prevé la construcción de 33 torres de 25 alturas y dos hoteles de 40 pisos.

El plan ha sido aprobado sólo con los votos a favor del Partido Popular, que tiene mayoría absoluta. El PSPV se ha abstenido y sólo el único concejal de EU ha votado en contra.

Para el equipo de gobierno municipal estamos ante un día histórico para el municipio de Cullera. Ha costado cinco años sacar adelante el proyecto y a partir de ahora, según la teniente de alcalde, María Ángeles Arlandis, Cullera se convierte en un referente turístico.

Este megaproyecto no sólo incluye esas 33 torres de 25 alturas y dos hoteles de 40 pisos, sino también un Palacio de Congresos, dos colegios e incluso un puerto deportivo.

En cuanto a las críticas de la oposición y sobre todo, de grupos ecologistas, Arlandis recuerda que el llamado PAI Bega-Port cuenta con todos los informes a favor, incluido el de Costas y el de la Confederación Hidrográfica del Júcar. Además, ha añadido que si se ha elegido construir rascacielos en vez de edificios más bajos es porque se quería mantener la volumetría permitida en el Plan General de Ordenación Urbana y a la vez tener espacio libre para zonas verdes y otros equipamientos públicos.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

El grupo municipal socialista, que hasta ahora siempre se había opuesto frontalmente a este proyecto urbanístico, se ha abstenido. Una abstención crítica, como ha explicado el portavoz del PSPV, Jordi Mayor. No podían votar en contra porque el plan cuenta con todos los informes favorables y además va a permitir la construcción de dotaciones muy necesarias para Cullera como los dos colegios o el Palacio de Congresos.

Al tiempo, asegura que van a estar atentos para que Ayuntamiento y Generalitat cumplan con su compromiso y doten de los recursos económicos necesarios para llevarla adelante. Jordi Mayor se teme que el pleno ha sido más bien propagandístico y la crisis va a impedir que se complete el proyecto y finalmente el Manhatan de Cullera se puede convertir en un barrio fantasma.