Qué fue de... Sandokan
El que fuera jugador del Cádiz y del Real Madrid trabaja ahora como tubero en un barco en la Tacita de Plata
Apodado Sandokan por su larga melena, a Juan José se le recuerda por su lucha y entrega, su velocidad endiablada y su agresividad en el corte, sin rehuir nunca el choque. Juan José Jiménez Collar, más conocido como Sandokan, nació en Cádiz, en el barrio de Astilleros, el 29 de julio de 1957. Desde que apenas se mantenía en pie, comenzó a dar patadas a un balón y siempre que le era posible salía a la calle a jugar con sus amigos al deporte rey.
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Pronto comenzó su periplo por distintos equipos que le llevarían más tarde al club de sus amores: el Cádiz. Uno de ellos fue el Regina Pacis, el primer equipo donde Juan José, un lateral duro, ya jugó como federado. Sus cualidades pronto se hicieron presentes y Luis Escarti, entrenador entonces del Cádiz Infantil, se fijó en ese muchacho con la melena alborotada.
Su llegada al club gaditano para jugar en las categorías inferiores le mantuvo descolocado ya que Escarti le obligó a cambiar su posición en el terreno de juego. Juan José, que siempre había jugado de interior e incluso de extremo diestro, pasó a ser lateral, con el número 2 en su espalda.
Debut en el Santiago Bernabeu
La progresión del jugador era imparable y así, tras pasar por todos los escalafones del club amarillo, en la temporada 77-78 los técnicos de equipo deciden cederlo un año al Jerez Industrial antes de que de el salto a Primera División.
En su viaje a Jerez coincidió con otro de los grandes nombres que han pasado por la capital gaditana: Pepe Mejías, con quien un año más tarde, volvería al Cádiz. Ambos jugadores firmaron una gran temporada en el equipo jerezano, mientras que su equipo, el Cádiz, decía adiós a la máxima categoría del fútbol español tras una mala temporada.
Con las cosas así, Roque Olsen, por aquel entonces técnico del club amarillo, decide que es la hora de que Juan José vuelva al equipo al que siempre ha pertenecido. Había llegado el momento.
En ocasiones, la vida en general y el fútbol en particular te tienen preparados pequeños guiños, y uno de estos le tocó a vivir al lateral zurdo. Roque Olsen le daba la oportunidad de enfundarse la camiseta gaditana en el estadio que más tarde jugaría casi cada fin de semana. Sandokan saltó al césped del Santiago Bernabeu con la intención de demostrar su calidad ante el Castilla, y lo cierto es que no falló en el intento. Fue el primer paso de una carrera plagada de éxitos.
El cariño del Carranza
Pocos partidos necesitó para ganarse la banda derecha del Cádiz haciendo valer su gran velocidad, así como su agresividad al corte. Sandokan se consolidaba como un defensa decidido que no temía subir por la banda. Esta fue otra de sus cualidades, ya que se considera que es uno de los primeros laterales que se internaba al ataque, ayudando con los balones precisos colgados al área.
Si bien las dos primeras en el primer equipo se caracterizaron por el continuo crecimiento que experimentó el juego del futbolista, con la llegada de Milosevic al banquillo en la temporada 80/81, la calidad de Juan José explotó de forma definitiva. Durante esta campaña disputó un total de 33 partidos y fue uno de los artífices del histórico ascenso del club en Elche. Como siempre ha ocurrido en esta ciudad, el Carranza y toda la afición gaditana supieron agradecer a sus jugadores el éxito logrado.
Sandokan veía cumplido su sueño de jugar en Primera División, y no defraudó. Dueño de la banda derecha, juagó 35 partidos como titular y llegó a anotar 2 goles. Sin embargo, el sueño se convirtió en pesadilla cuando el club gaditano no pudo mantener la categoría y de nuevo bajó a Segunda División.
El Bernabeu, su nueva casa
Dicen que cuando una puerta se cierra una ventana se abre y esto le ocurrió al joven jugador. Su equipo descendió de categoría, sin embargo sus destellos de calidad y su continua progresión le hicieron valerse el interés de números equipos españoles. Finalmente, Juan José se decanta por uno de los mayores clubes de nuestro país, el Real Madrid. En abril de 1982 anuncia que deja el sur para trasladarse a la capital española, sin embargo, hasta que el fin de la temporada 'Sandokan' siguió haciendo gala de su lucha y entrega en el terreno de juego, lo que le valió el cariño de la afición amarilla y su despedida estuvo marcada por la gran ovación que le brindó el Carranza.
El lateral llegó al Madrid de los éxitos compuesto por jugadores como Stilike, Juanito, Del Bosque, García Remón, Santilla, Gordillo y Camacho entre otros. Pero su llegada al club blanco, y como ya le había pasado en otras ocasiones, estuvo llena de contrates. A nivel personal nada podía irle mejor al jugador, disputó 31 partidos además de jugar en la Copa del Rey y la Recopa. Pero quizá el mejor recuerdo que guarda Sandokan de su etapa como merengue fue el debut con la Selección Absoluta. Ocurrió el 27 de octubre del 82 de la mano de Miguel Muñoz. España se enfrentaba a Islandia en Málaga con victoria para el combinado nacional por 1-0, y que valía para la clasificación de la Eurocopa del 84. Tras este partido llegaron otros contra Irlanda, en dos ocasiones, y Holanda.
Sin embargo, aquél año pasó a la historia negra de los madridistas como 'la temporada de las cinco finales'. Y es que el Real Madrid perdió cinco títulos en la final o en los últimos encuentros.
Sandokan que había llevado un ritmo de partidos excepcional, no pudo mantenerlo en la siguiente temporada. No obstante, Di Stefano, el entrenador de aquel Madrid, siguió contando con él. Todo parecía irle bien al gaditano hasta que el Madrid hizo un cambio en el banquillo. Amancio es designado nuevo entrenador blanco y ya desde el principio le indicó al gaditano que no le gustaban los laterales ofensivos. Con las cosas así, 'Sandokan' no dispuso de muchos minutos y tras tres temporadas en el Real Madrid, donde consiguió una Copa de UEFA y una Liga, abandona el equipo después de que Ramón Mendoza no quisiera renovarle el contrato en el año 85.
De regreso a casa
Estos fueron, quizás, uno de los peores momentos por los que atravesó el jugador. Todo parecía indicar que recalaría en las filas del Betis pero finalmente no fue así. Sin equipo, y con el mercado de fichajes casi cerrado, Sandokan comenzó a entrenarse por su cuenta. Es entonces cuando sucede un hecho histórico en la historia de nuestro fútbol. La afición gaditana le vuelve a demostrar el cariño que siempre le había tenido, en concreto la peña Enrique Mateos, una de las más antiguas del Cádiz. Los componentes de la peña comienzan a recoger firmas para que el jugador vuelva al equipo que le vio crecer. La presión popular finalmente ganó la batalla e Irigoyen reincorporó a Juan José en el equipo con un contrato por dos temporadas.
Su vuelta a la Tacita de Plata coincidió con la etapa de esplendor del Cádiz y en la que compartió vestuario con jugadores como Mágico González, Jesús Amarillo, Pepe Mejías o Chico Linares, manteniendo al equipo en la élite del fútbol español.
En su última temporada como jugador amarillo marcó el penalti definitivo de aquella cardíaca promoción con el Málaga, y que sumado a la parada posterior de Szendrei, hizo que el Cádiz se mantuviera un año más en Primera División, contra todo pronóstico. Juan José no podía ser más feliz. Sin embargo, el jugador no podía ni imaginar lo que le esperaba a la vuelta de sus vacaciones. El nuevo entrenador, Ramón Blanco, no contaba con él y a la desesperada buscó acomodo en otro equipo.
No tuvo suerte y antes de deambular por en algún equipo de baja categoría decidió poner punto y final a su etapa como futbolista.
Su larga melena aún se puede ver pasear por las calles de Cádiz donde le recuerdan con mucho cariño por su amor a este club. El '2' indiscutible del Cádiz, conocido por su entrega y esfuerzo, trabaja ahora como tubero en la costa gaditana aunque también disputa encuentros con los veteranos del club amarillo. Un jugador, que para muchos implantó la moda pro-metrosexual por su aspecto, pero que sin duda ha pasado a la historia de nuestro fútbol por su calidad y por ser uno de los primeros laterales que se internaban por la banda.