El caudal del Ebro baja a su paso por la localidad burgalesa de Miranda y la situación se normaliza

El caudal del río Ebro a su paso por Miranda de Ebro, en el norte de la provincia de Burgos, comienza a descender y la situación tiende a normalizarse en esta localidad, según han informado esta tarde fuentes del Ayuntamiento. Por otra parte, en el vecino País Vasco el Departamento de Interior ha desactivado este mediodía el Plan de Emergencias por Inundaciones al remitir las lluvias y mejorar las predicciones para las próximas horas. El episodio se cierra sin incidentes con víctimas personales y con daños materiales todavía sin evaluar.

En la localidad burgalesa de Miranda de Ebro el Centro de Coordinación activado ayer tras la crecida del Ebro sigue operativo y lo estará durante toda la jornada, y aunque la situación mejora se trabajará en labores de prevención. Un helicóptero de la Agencia de Protección Civil de la Junta de Castilla y León ha sobrevolado durante gran parte de la mañana la ciudad y las zonas limítrofes.

Además, ya han regresado a sus casas las once personas residentes en el barrio de Los Pinos, muy cercano al río, que anoche "por prevención", fueron evacuadas y alojadas en el Albergue Juvenil Fernán González, donde la Junta llegó a habilitar 78 camas. También dispuso 200 más en el Centro de Día y otras 10 más en la Residencia Mixta de Mayores.

El nivel de agua también ha descendido en los otros dos ríos que rodean la ciudad. En el Bayas la altura alcanzada es de 1,50 metros y en el Zadorra 2,36, pero con tendencia también a continuar el descenso.

En el País Vasco la situación también ha mejorado y el Departamento de Interior ha desactivado este mediodía el Plan de Emergencias por Inundaciones al remitir las lluvias y mejorar las predicciones para las próximas horas. Según recordó el Departamento vasco de Interior, la alerta se inició a las siete de la tarde del sábado al recibirse en SOS Deiak desde los servicios de meteorología la predicción de lluvias intensas para las siguientes 24 horas, que anunciaban precipitaciones iguales o superiores a los 60 litros de agua acumulada.

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En SOS Deiak se coordinaron durante todo el día de ayer 1.112 incidentes relacionados con daños producidos por el agua, como cortes de carretera parciales o totales, inundaciones de bajos, garajes y locales comerciales, vehículos atrapados por el agua, etc. Durante esas 24 horas se atendieron cerca de 7.000 llamadas, el doble que la media diaria.

Durante el temporal no se registraron situaciones de riesgo de vida, si bien fue necesaria la intervención de equipos de rescate para trasladar personas a lugares seguros. Entre las infraestructuras, resultaron afectadas las comunicaciones ferroviarias de FEVE (en Sodupe), ADIF (entre Ortuella y Muskiz) y Metro Bilbao (entre San Ignacio y Plentzia). Por otro lado, la red de carreteras del País Vasco resultó afectada en numerosos tramos y también hubo afecciones al suministro eléctrico en diversas localidades, principalmente de la margen izquierda y Getxo.

Las intensas lluvias del fin de semana han afectado también a la localidad riojana de Calahorra, donde el Ayuntamiento ha recomendado hoy, a través de un bando firmado por su alcalde, Agustín Pagola, que la población se abstenga de utilizar el agua de abastecimiento para consumo humano.

Esta medida obedece "a las frecuentes e intensas lluvias caídas en los últimos días y al incremento del nivel freático del río Ebro", lo que ha motivado que aparezca "turbidez en el agua". En su bando, Pagola también ha incidido en la necesidad de que no se utilice el agua de la red municipal para la limpieza y preparado de alimentos y cualquier otro uso semejante.

La concejala de Aguas de la ciudad, Lucía Herce, ha recordado que "esta situación se ha puesto en conocimiento tanto de la Consejería de Salud como de los diferentes centros sanitarios" y ha destacado que la medida se ha tomado por precaución, ya que "la turbidez del agua no siempre está unida a su no potabilidad". Herce ha afirmado que el Ayuntamiento analizará periódicamente el agua para saber cuando se puede consumir de nuevo.