Rubalcaba: "Han fracasado porque pretendían causar una masacre"

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha explicado que en la casa cuartel de Legutiano estaban en el momento del atentado 29 personas, de entre ellas cinco niños. Es la sexta víctima mortal desde que la banda rompió la tregua el 30 de diciembre de 2006. Los cuatro heridos, trasladados a dos hospitales de Vitoria, se encuentran fuera de peligro, según el último parte médico.

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En una comparecencia ante los medios de comunicación, Rubalcaba ha destacado que se trata de "un atentado más cometido por criminales", en este caso, de la banda terrorista ETA, una acción terrorista "especialmente dolorosa y malvada porque han puesto un coche bomba cargado con una carga sustantiva de explosivo" en un casa cuartel en la que estaban durmiendo un total de 29 personas, entre ellos cinco niños -alguno de meses- y una joven de 18 años.

Rubalcaba ha añadido que ETA "Ha fracasado en su atentado porque pensaba en producir una masacre, aunque no ha fracasado del todo, porque ha matado a una persona inocente que cumplía su trabajo".

Tras apuntar que el Critron Berlingo que estalló ante la casa-cuartel contenía "una carga importante" de explosivo, ha dicho que el modus operandi era el utilizado contra la casa cuartel de Durango el pasado verano.

Además, ha precisado que los heridos "están fuertes de ánimo", y ha aseverado que, si la pretensión de ETA es "amedrentarnos y asustarnos", conseguirán lo contrario porque hoy tienen "un aliciente más para perseguir a los asesinos, en este caso, de Juan Manuel".

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Juan Manuel Piñuel Villalón se encontraba en el interior del pequeño edificio de vigilancia anexo al cuartel y, al advertir la presencia de una furgoneta estacionada en las inmediaciones, procedió a comunicarlo a la central operativa de la Guardia Civil. En ese momento estalló el explosivo y se cortó la comunicación, según han informado fuentes del instituto armado.

Los compañeros de Piñuel se recuperan de las heridas sufridas como consecuencia de la explosión. El estado del herido más grave ha evolucionado favorablemente y permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital de Txagortxu de Vitoria. Se encuentra consciente, estable, con funciones vitales conservadas y pendiente de evolución, aunque con pronóstico reservado.

Al hopital de Vitoria también ha sido trasladada una mujer, que ya ha sido dada de alta. Otras dos personas, un hombre de 41 años y una mujer de 34, han sido ingresados en el hospital de Santiago de Vitoria. Todos están fuera de peligro, según el último parte médico.

Cantidad "sustantiva de explosivos

La furgoneta bomba, que ha estallado sin que la banda terrorista haya emitido algún aviso previo, estaba aparcada a diez metros del cuartel, al borde de la carretera N-240 a la entrada del pueblo. Legutiano (Villarreal, en castellano) es una localidad de 1.418 habitantes situada a 15 kilómetros al norte de Vitoria.

Aunque a primeras horas se habló de que el vehículo estaba cargado con más de cien kilos de explosivos, el ministro del Interior ha hablado de una "cantidad sustantiva". Los daños son muy cuantiosos, lo que da una idea de la potencia de la explosión. Las Fuerzas de Seguridad del Estado investigan el tipo de explosivo utilizado por los terroristas, que colocaron la Citroen Berlingo a diez metros de la casa cuartel.

Los terroristas han empleado tres vehículos. La furgoneta para perpetrar el atentado, un turismo para huir de Legutiano, que ha sido encontrado en Abadiño, y un tercero que les esperaba allí para desaparecer de manera definitiva. El vehículo de Abadiño no ha explotado como suele ser habitual en las huídas de ETA. Según fuentes de la lucha antiterrorista, ha fallado el dispositivo para quemar ese coche. El vehículo, que ha sido encontrado por la Ertzaintza en el puerto de Urkiola, es un Peugeot 306 que había sido sustraido en Berango el 14 de abril.

Detrás, el comando Vizcaya

Los investigadores consideran que el ''comando Vizcaya'', el más activo desde el fin de la tregua en diciembre de 2006 cuando ETA mató a dos ecuatorianos en el aeropuerto de Madrid, sería el responsable de esta nueva acción de la banda.

La forma de actuar de los terroristas y la ruta seguida en su huida, tras la colocación de la furgoneta-bomba, es similar a la empleada en otras actuaciones de este grupo.

El método ha sido similar al atentado de Durango del pasado dos de septiembre contra otra casa cuartel: han llegado al lugar, se han bajado del vehículo y han dejado la furgoneta con los explosivos, lo han activado y han huido en otro.