Primer acuerdo en la crisis del campo argentino
Los productores agropecuarios pactan con el Gobierno la reanudación de las exportaciones de carne y trigo, pero exigen la revisión de los impuestos. El sector aún no ha decidido si ampliará la tregua de la huelga, que concluye el viernes, para seguir negociando
El Gobierno argentino y los productores agropecuarios han llegado este miércoles a un acuerdo para reanudar las exportaciones de carnes y trigo, lo que abre la puerta a una posible extensión de la tregua a la huelga comercial del campo, que vence este viernes.
"Creemos que estas medidas de alguna manera suavizan o frenan un poco la protesta, pero todavía falta, necesitamos una política agropecuaria integral. La gente está esperando más", ha declarado a la prensa el titular de la Sociedad Rural Argentina, Luciano Miguens.
Más información
Después de siete horas de negociaciones, las cuatro entidades que agrupan a los productores agropecuarios se llevaron el compromiso político del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, de reabrir entre este jueves y el viernes el registro para exportaciones de carnes de vacuno. Además, el Gobierno ha aceptado reabrir las exportaciones de trigo, en principio unas 100.000 toneladas con destino a Brasil, hasta que se establezca cuáles el saldo exportable de Argentina.
La reunión ha concluido también con la promesa de discutir el sistema de impuestos móviles en un nuevo encuentro que se celebrará el próximo martes.
Los productores agropecuarios realizaron durante tres semanas una huelga comercial con cortes de carreteras en demanda de una política agropecuaria integral y contra la subida de impuestos móviles a las exportaciones de granos. La medida fue suspendida el pasado 2 de abril, por el plazo de un mes, para habilitar las negociaciones entre las entidades del campo y el Gobierno, que han estado plagadas de tensión, marchas y contramarchas.
Reacciones
Las mesas directivas de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), la Federación Agraria Argentina (FAA), las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Sociedad Rural Argentina (SRA) se reunirán entre este jueves y el viernes, día en que se vence la tregua, para resolver si extienden el plazo para negociar o si regresan a las protestas.
Lo que se mantiene como gran incógnita es la reacción de los miles de productores "auto-convocados", no enrolados en ninguna entidad, y que fueron los más combativos durante la huelga.
El titular de la FAA, Eduardo Buzzi, dijo que el problema de los impuestos a las exportaciones de granos, que "sigue siendo el clamor de miles de productores", será discutido a partir del martes próximo, según lo comprometido hoy por el Gobierno de Cristina Fernández.
No es cuestión de un sí o un no
"El problema agropecuario no se dirime en un sí o un no a las retenciones [impuestos a las exportaciones], pero sí claramente es un condicionante muy fuerte que pone en riesgo la posibilidad de atravesar [el plazo a la tregua de] el 2 de mayo", admitió Buzzi.
Miguens, de la Sociedad Rural, también se pronunció a favor de continuar con las negociaciones, pero el titular de CRA, Mario Llambías, fue más cauto al indicar que no podía "ser optimista", pues los acuerdos sellados este miércoles "se lograron en tiempo de descuento", según este representante.
Después de la extensa reunión con las entidades agropecuarias, el jefe de Gabinete acudió al Senado, donde ha reiterado que el objetivo del Gobierno es "reequilibrar y reconducir la política agropecuaria", de manera que se deje de producir alimentos como la soja, que se exporta en un 95%, cuyo cultivo va en detrimento de otros granos, como el maíz y el girasol, cuya demanda externa encarece los precios domésticos y vuelve insuficiente su oferta para el mercado interno.
