El Barça entrena a puerta cerrada para evitar incidentes

El FC Barcelona no ha abierto hoy las puertas al público, a diferencia de lo habitual, en el regreso del equipo a los entrenamientos, en la primera sesión de los azulgrana para preparar el partido de la Liga de Campeones del miércoles ante el Schalke 04. Tras la pañolada de protesta de los aficionados anoche (0-0 ante el Getafe) y los incidentes de la semana pasada, el club ha preferido evitar problemas.

Los aficionados, aproximadamente un centenar, que acudieron al entrenamiento en el campo de La Masia, tuvieron que seguirlo desde la calle, apostados detrás de las vallas, que suelen abrirse una vez comenzada la sesión cuando da la orden el entrenador Frank Rijkaard o los responsables de seguridad. Tras el entrenamiento, el Rijkaard explicó a los periodistas que se había olvidado de ordenar la apertura de las puertas a los hinchas.

El entrenamiento del Barcelona, de todas maneras, transcurrió con tranquilidad y prácticamente no hubo recriminaciones a los jugadores por parte de los aficionados que se dieron cita junto a La Masia, a difererencia de lo que ocurrió hace dos semanas el día después de la eliminación del equipo barcelonista en las semifinales de la Copa del Rey a manos del Valencia, cuando un grupo de seguidores increpó e insultó a algunos jugadores.

Esta vez, los gritos que más sonaron con más fuerza fueron los de ánimo que algunos aficionados dedicaron al delantero Leo Messi, que apareció a la media hora de la sesión para continuar con la recuperación de la lesión muscular por la que no juega desde hace un mes. El joven jugador argentino se ejercitó en solitario a las órdenes del recuperador Juanjo Brau, se encuentra en la última fase de su recuperación y ya realiza ejercicios con balón.