Del bonobús a la rueda de la bicicleta

La inmigración ha vuelto a ser uno de los temas más tensos. En esta ocasión Zapatero ha recordado a Rajoy que su Gobierno regularizaba inmigrantes con un recibo de compra de una rueda de bicicleta cuando el líder del PP volvió a recriminar al del PSOE su masiva regularización de inmigrantes

La inmigración y el terrorismo han sido los temas más fuertes del segundo cara a cara entre Zapatero y Rajoy. Como en el primer cara a cara, Rajoy ha reprochado a Zapatero las regularizaciones masivas llevadas a cabo por el actual Gobierno. En el primer debate el líder socialista contestó recordando a Rajoy que su Gobierno regularizó inmigrantes con la presentación de un bonobús. En esta ocasión ha sido el recibo de compra de una rueda de bicicleta el hecho utilizado por Zapatero para recordar la política utilizada por el Gobierno del PP en materia de inmigración.

Una de las anécdotas más comentadas tras primer debate fue la 'niña' de Rajoy. El líder del PP pidió el voto a los ciudadanos prometiendo un futuro alentador para todos. Para ello utilizó la metáfora de una niña, que sabría idiomas y que tendría unos padres con trabajo. Aquella frase fue el tema de muchos debates, incluso en el seno de su propio partido. Sin embargo Rajoy ha vuelto a nombrar a esa niña en su discurso final y ha dicho "esa niña está en mi cabeza y en mi corazón". También Zapatero ha utilizado al final del debate una la misma fórmual usada en el primer cara a cara. Al igual que en aquella ocasión el líder del PSOE ha concluido con el "Buenas noches y buena suerte".

Tras el primer debate fue muy comentado el continuo movimiento de ojos de Rajoy. El líder del PP, que estaba situado en el lado derecho de la pantalla, miraba en cada una de sus intervenciones a su izquierda y no su a interlocutor. Algunos representantes del PP defendieron a su líder argumentando que el cronómetro al que miraba Rajoy se encontraba a la misma altura que la cámara. Esta vez los ojos de Rajoy se fijaron en un único objetivo, Zapatero. El líder socialista, en cambio, que se mostró muy seguro en este segundo cara a cara, dirigió su mirada directamente a la cámara en varias ocasiones en una forma clara de dirigirse a los telespectadores.