Los trabajadores podrán reunir sus cotizaciones en cualquier país de Iberoamérica

La XVII Cumbre Iberoamericana, celebrada en Santiago de Chile, ha quedado clausurada y ha supuesto, según el presidente de Gobierno, un "gran éxito" donde ha habido "menos la retórica y más hechos". Zapatero ha recordado las aportaciones de España durante este encuentro, fundamentalmente la base para emergencias que se construirá en Panamá y el fondo de 1.000 millones de euros para la potabilización y distribución de agua entre los más necesitados.

Además, los Jefes de Estado y Gobierno de los países Latinoamericanos, más España y Portugal, han firmado la "Declaración de Santiago", un convenio histórico con grandes logros en materia de seguridad social. A través de este convenio, los trabajadores podrán reunir al final de su vida laboral su cotización en cualquier país de Iberoamérica.

Durante su rueda de prensa, el presidente se ha referido también a las polémicas palabras del presidente venezolano, Hugo Chávez, que llamó "fascista" a Aznar y a la COE. "Hay una regla esencial en la vida pública en general y en lo que es las relaciones diplomáticas y es referirse a los demás con respeto", ha señalado Zapatero, "aunque se esté en las antípodas ideológicas". Zapatero también ha defendido el papel jugado por las empresas españolas en Latinoamérica, señalando que están en ese continente "para quedarse", en un mensaje de tranquilidad.

Sobre el conflicto de las papeleras entre Argentina y Uruguay, Zapatero ha ofrecido la mediación de España para conseguir una solución "basada en el diálogo" después de que el gobierno uruguayo haya decidido poner en marcha una empresa de celulosa en la frontera entre ambos países. Sin embargo, a pesar de las tensiones, esta cumbre ha tenido como eje central la lucha contra la pobreza que asola el continente americano, con más de 205 millones de pobres.

Optimista con el futuro de las relaciones con Marruecos

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Sobre cuestiones de política interna también se ha referido el presidente de Gobierno. Sobre la visita de los Reyes a Ceuta y Melilla y la protesta de Marruecos, Zapatero considera que este viaje responde a una "necesidad" de los ciudadanos de estas Ciudades Autónomas y del propio Rey. Y se muestra optimista de cara al futuro de las relaciones con el país vecino. "La amistad y la posición estratégica especial que España tiene hacia Marruecos se va a mantener. Tengo confianza en que la posición de Marruecos va a ser recíproca en esta materia".

Por último, también ha hecho referencia a la sentencia del 11-M y a las críticas y sospechas que ha vuelto a expresar el ex presidente José María Aznar. Zapatero advirtió de que cada vez que una fuerza política introduce "dudas carentes de fundamento" sobre una decisión judicial que ha contado "con todas las garantías" como en esta ocasión, debilita lo que "todos" quieren fortalecer, "la Constitución española de 1978, el Estado de Derecho y la democracia".