La casa de los líos, en lo alto de la Premier
Junten a un ex mandatario tailandés perseguido por la Justicia por asuntos de corrupción, a un entrenador convertido en diana constante de la prensa del corazón, y a una plantilla de futbolistas que, entre un descarte del Atlético y al hijo de Peter Schmeichel, tiene a un español, ex de la Real Sociedad, como titular indiscutible. Del cóctel saldrá un equipo que, a costa de su vecino rico, se colocó el domingo en lo más alto de la Liga más fuerte del planeta.
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"Del desorden puede salir el éxito", dice la teoría del caos. Una vez más, las leyes de la física hablan de fútbol. Concretamente del Manchester City, el vecino pequeño del campeón de Liga, que este fin de semana, y tras un duelo fratricida, se colocó como líder de la Premier League, contando por victorias cada uno de los tres partidos que ha disputado.
Como todo buen desorden, el del City empieza por su peldaño más alto. Su nuevo dueño es Thaksin Shinawatra, que el año pasado dejó de ser primer ministro de Tailandia por culpa de un golpe de Estado. La administración tailandesa le llamó a declarar junto a su esposa, después de descubrir que ésta adquirió un terreno que era de propiedad estatal por un precio curiosamente muy inferior al real. El matrimonio prefirió no declarar, y ahora, el gobierno tailandés ha pedido a su homólogo británico que permita la extradición de Shinawatra.
En lo deportivo, el exótico propietario del City, guiado por sus asesores, decidió darle el mando de su nuevo juguete a Sven Goran Ericsson, ex seleccionador inglés que aparece en la portada de los tabloides por sus devaneos con la prensa rosa mucho más que por asuntos deportivos. Es difícil calcular el número de tiradas que le deben "The Sun", el "Daily Mirror" y compañía a Ericsson y sus idas y venidas con su novia, Nancy Dell Olio. Pero el sueco, que ya empieza a sacar pecho, prefiere hablar de fútbol: "hemos defendido realmente bien. Mi portero y mis defensas han estado realmente sensacionales".
Victoria en el derby
Eso lo dijo Sven Goran Ericsson ayer domingo, después de que sus chicos tumbaran al campeón de Liga, a la sazón odiado vecino, el Manchester United. Fue la tercera victoria en tres partidos para un conjunto en el que las curiosidades de sus jefes no escapan a la plantilla. Empezando por el portero. Kasper Schmeichel sería simplemente un prometedor guardameta danés de 20 años si no fuera porque su padre, Peter, fue una referencia en la portería del United durante ocho temporadas. Ayer Kasper destrozó al equipo de los amores de su padre con dos sensacionales intervenciones casi a bocajarro ante el portugués Nani.
Bajando de linea, en la defensa de la que también habla el técnico, la banda izquierda habla español. Javier Garrido jugó veinticinco partidos con la Real Sociedad la pasada temporada. Tras el descenso, el cielo de Garrido se abrió con una llamada de Inglaterra. El paso de un equipo condenado a jugar en Segunda al líder de la Premier costó alrededor de un millón y medio de euros. En defensa juega también Micah Richards, un lateral derecho que estuvo a un paso de firmar con el Chelsea durante el pasado periodo invernal de fichajes.
Es sólo una pequeña muestra de los curiosos elementos que forman el que hasta el momento es un equipo ganador. Por delante de la defensa, por ejemplo, aparece un reciente descarte del Atlético de Madrid. Martin Petrov no tenía sitio en el Calderón y acudió gustoso a la llamada de Ericsson. En su nuevo club es una pieza básica, jugando en la banda izquierda o por detrás de los delanteros. Junto a él, Dietmar Hamann, el pulmón alemán que triunfó en el Liverpool y que a sus 33 años, es un cerebro imprescindible.
Dos caras en la misma ciudad
Y en la vanguardia del ataque, una nómina de trotamundos. El búlgaro Bojinov llega de la Fiorentina, tras pasar un año cedido en Turín con el fin de devolver a la Juventus a la élite del fútbol italiano. Bernardo Corradi encontró acomodo en Inglaterra tras ser despreciado por el Valencia, y ha devuelto la confianza con goles. Y Emile Mpenza llegó al City tras su estrambótico paso por el Al Rayyan árabe.
Todos ellos forman un puzzle que ya manda en la Premier, el campeonato más exigente del planeta, con el acicate de que su última victoria ha abierto una pequeña brecha en el poderoso vecino, el United, que suma dos puntos de los nueve que ha disputado hasta el momento. Por eso, como se puede comprobar, también en esto del fútbol, un puñado de desórdenes puede sumar el mayor de los éxitos