El secreto de Inglaterra está en el minibar
La llegada de Steve McClaren al banquillo de la selección nacional inglesa ha traído de nuevo al añorado minibar en los hoteles de concentración
La marcha del sueco Sven Goran Eriksson y la llegada de Steve McClaren al banquillo de la selección nacional inglesa han traído, de nuevo, al añorado minibar en los hoteles de concentración. Y con gran resultado; en el primer partido de clasificación Inglaterra venció a Andorra por 5-0.
La marcha del sueco Sven Goran Eriksson y la llegada de Steve McClaren al banquillo de la selección nacional inglesa han traído, de nuevo, al añorado minibar en los hoteles de concentración. Y con gran resultado; en el primer partido de clasificación Inglaterra venció a Andorra por 5-0.
Eriksson quería desterrar el alcohol de la selección inglesa. Cuando menos intentó alejar la tentación y los minibares en los hoteles de concentración estaban prohibidos. Ya habían tenido bastantes disgustos en la Federación con la silla de dentista de Teddy Sheringham y las famosas correrías de Gascoigne y compañía; aquellas fiestas interminables que terminaban un día con una habitación de hotel destrozada, y otro, con el compartimento de primera clase de un avión arrasado.
El técnico sueco tenía la intención de mejorar la imagen de la selección inglesa, dejar a un lado juergas y polémicas, crear un conjunto ejemplar en todos los sentidos y, entre otras imposiciones, también obligaba a viajar a sus pupilos con el traje oficial.
El nuevo capitán de Inglaterra, John Terry, honor que comparte con Steven Gerrard, afirma que las cosas han cambiado, y mucho, desde que McClaren ha tomado las riendas de los campeones mundiales del 1966: "Steve nos preguntó si estábamos contentos y si había cosas que queríamos cambiar. Puede parecer algo tonto, pero preferíamos viajar en chándal que en traje oficial, resulta mucho más cómodo".
McClaren no sólo permite que sus muchachos viajen cómodamente enfundados en el chándal oficial del equipo, también ha permitido que en las habitaciones de los hoteles donde se aloja la selección el minibar esté abierto y a su disposición, algo que, en la época de "Gazza", era como poner al zorro durmiendo junto a las gallinas.
Según Terry, los internacionales ingleses sabrán controlarse: "Ya somos mayorcitos. Si nos levantamos por la noche y nos apetece un refresco o un zumo de naranja deberíamos poder tenerlo a nuestra disposición". Bueno, mientras sólo sea un refresco