El ministro francés del Interior propone una "inmigración de usar y tirar"
Así la han calificado las asociaciones de defensa de los derechos humanos y de los inmigrantes
Pasar de padecer la emigración a elegirla, esta es la filosofía del proyecto de ley que ha presentado el ministro del Interior, Nicolás Sarkozy, ante la Asamblea Nacional y que, en la práctica, supone abrir la puerta a aquellos inmigrantes que por su preparación o cualidades sirven a los intereses económicos de Francia y, al mismo tiempo, endurece las condiciones de acceso al resto. Por ejemplo, la regularización ya no será automática al término de 10 años de residencia y será más difícil el reagrupamiento familiar.
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En su intervención ante los diputados, Nicolas Sarkozy ha considerado necesario el debate sobre la inmigración porque "es un problema que sienten con inquietud la mayoría de los franceses" y cuya ausencia "sólo sirve para alimentar a los extremistas", en clara alusión a una extrema derecha que propugna la inmigración cero.
"Un mito", ha señalado el ministro del Interior que también ha criticado la "irresponsabilidad" de los que desde la izquierda propugnan la regularización total. En este sentido, Sarkozy ha puesto como ejemplo la regularización llevada a cabo por España y sus repercusiones posteriores en la situación que viven Ceuta y Melilla.
El proyecto ya cuenta con las críticas de las principales confesiones religiosas, en especial la católica, y de asociaciones de derechos humanos y de defensa de los inmigrantes, que hablan de una "inmigración de usar y tirar" y atribuyen a Sarkozy la finalidad política de robarle votos a la extrema derecha, cuyo lema "Si no quieres a Francia, márchate" ha sido adoptado en su filosofía por el ministro aspirante a Presidente.