El Zaragoza golea 6-1 al Madrid en la ida de las semifinales de Copa con cuatro goles de Diego Milito

El Zaragoza zarandeó, maltrató y endosó una paliza histórica a la peor versión del Real Madrid de López Caro (6-1), y le sacó virtualmente de la Copa del Rey con seis goles, cuatro de Diego Milito y dos de Ewerthon, y un juego intenso y agresivo que hizo añicos a los blancos.

Un Real Madrid calamitoso pagó caro su puesta en escena en La Romareda y prácticamente dice adiós a un torneo que tenía bien enfocado. Sus deméritos fueron proporcionales a los méritos del Real Zaragoza, que en su camino copero ya había dejado fuera al Atlético y al FC Barcelona, y a los de Rijkaard también les había endosado tres goles en La Romareda.

El Zaragoza fue el mismo que se midió al equipo blaugrana, un torbellino al contragolpe, con una idea y una intención muy clara y un ejecutor envidiable, Diego Milito. El argentino, procedente del Genova, aterrizó en la capital aragonesa con cartel de perfil bajo, pero aprovechó su noche en estado de gracia para reivindicar un hueco en la historia del equipo maño.

Lo que hasta ahora habían sido buenas noticias en el lado blanco en el inicio de año se convirtieron en auténticas pesadillas en La Romareda, y es que el Zaragoza empieza a entrar en la leyenda negra de lo blancos, no sólo por la final perdida hace dos años sino también por el 1-5 que le endosó en el Santiago Bernabéu no hace muchos años.

Un descalabro de tal magnitud no sólo aleja al Real Madrid del título que parecía más factible sino que va a mover de nuevo los cimientos de la casa blanca y hace olvidar la ilusión que tanto le había costado levantar y construir en los últimos partidos a López Caro.

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Con los mismos argumentos ofensivos de los últimos partidos, el Zaragoza tardó poco en desnudar la endeble defensa del Real Madrid, a la que volvían Helguera y Sergio Ramos. El cántabro nunca encontró su sitio ni tampoco Roberto Carlos, por cuyo flanco se coló el equipo de Víctor Muñoz con facilidad inusitada.

Desde la zona izquierda nacieron los tantos locales. Primero Diego Milito al cuarto de hora, luego repitió Diego Milito a los veinte minutos tras un error garrafal en la colocación de la defensa blanca.

López Caro asistía sensiblemente molesto al 'baño' de fútbol que estaba recibiendo su equipo. Si hasta ahora la solidez había sido uno de los pilares de la recuperación blanca, el Zaragoza había roto en añicos cualquier atisbo de ilusión merengue. A la media hora, el delantero argentino volvía sobre la meta de Casillas, y situaba el 3-0. El mismo paralelismo que en la eliminatoria ante el Bara, con la salvedad de que el Madrid no se parece al cuadro culé porque juega peor.

De un sólo un momento de lucidez disfrutó el Real Madrid. Un saque de falta de Beckham que remató a la red Julio Baptista. El tanto del sevillano abría la eliminatoria, pero el juego de los blancos decía lo contrario y el del Zaragoza igualmente.

El torbellino local se prolongó en la segunda mitad. En sólo cuatro minutos, Diego Milito y Ewerthon profundizaron en la herida blanca y es que el Real Madrid, ni siquiera a la salida del vestuario, reaccionó. El equipo se entregó y el Zaragoza creció hasta límites insospechados. Hizo un sexto, de bellísima factura, Ewerthon, con una volea desde fuera del área y pudo hacer igualmente el séptimo e incluso el octavo, con un balón al palo.

Con dos aceleraciones más, el equipo de Víctor Muñoz le dio una lección histórica al Real Madrid, que no encajaba seis goles desde que lo hiciera en Mestalla igualmente en Copa en 1999, y que después de esta severa paliza deberá replantearse su futuro.