Copa del Rey / El Barça sentencia en Zamora (1-3)

Llegó el Barcelona sin muchas de sus estrellas a Zamora, pero los que fueron se han traído prácticamente resuelto el pase a cuartos de final

Con el Barcelona ataviado con su vistosa segunda equipación, el encuentro parecía una eliminatoria de la Intertoto entre el Southampton y el Borussia Dortmund; campo desconocido, gélida temperatura, césped irregular, futbolistas por descubrir y una afición dispuesta a calentarse las manos a palmas.

Andaba el personal calándose el gorro de lana e intentando distinguir a las estrellas del Barça cuando Xaco, en una jugada que bien hubiera podido firmar algún figurín de Primera, adelantó al Zamora con un bonito gol, bien fabricado y estupendamente rematado.

No perdió los nervios el equipo de Frank Rijkaard. Nadie se acordó de la maldición copera blaugrana del siglo XXI, de esos nombres de infausto recuerdo como Gramenet, Figueres o Novelda. Nadie perdió los nervios. Lo único que tocaba hacer era comportarse como siempre, fiel a su filosofía, confiando en el mismo sistema que le ha permitido vencer claramente en los últimos trece partidos. Esto es, combinar, esperar, ofrecerse y crear oportunidades. Ya llegarían los goles. Siempre llegan últimamente.

El Zamora también quería tocar y avanzar, con Xaco como principal referencia ofensiva. Pero no se le pueden dar tantos espacios al Barcelona, aunque no estén sobre el campo Ronaldinho y compañía. Así que no tardaron los catalanes en tener buenas oportunidades, sobre todo a los pies de Ezquerro, que marró hasta tres veces ante Vilches, ese simpático portero parapenaltis del Zamora, héroe de las eliminatorias frente a la Real y el Eibar. También anduvieron cerca Gabri, Iniesta, Márquez y Belletti, aunque fue Giovanni Van Bronckhorst quien abrió definitivamente la lata recién pasada la media hora de juego.

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Dominio absoluto

El Zamora lo había dado todo en la primera mitad, le fue ganando al líder del fútbol español, llegó con un meritorio empate al descanso. Buen trabajo. Quedaba por ver cuánta gasolina le quedaba al conjunto de Raúl González, por cierto, bonito nombre para enfrentarse al Barça. Pronto se vio que gas, le quedaba poco, así que fue reculando el Zamora, fruto del cansancio y, también, de la presión azulgrana, que ya no dejó ni un segundo de dominar el juego.

Xaco, un jugador muy interesante, el más destacado del Zamora, realizó alguna jugada de merito, pero, aparte de un par de disparos lejanos, el equipo castellano apenas inquietó a Jorquera. Sin embargo, a pesar del dominio, tampoco el Barcelona producía situaciones de peligro cerca de Vilches; sólo Ezquerro, que falló su cuarta oportunidad clara de la noche y también pudo ser objeto de un posible penalti.

Cuando, a la vista de la falta de inspiración en ataque del Barça, se empezaba a echar en falta la ambición de Eto'o, la verticalidad de Messi y, sobre todo, la magia de Ronaldinho, y a pensar, en un cómodo partido de vuelta con buena taquilla, va Márquez y se marca un golazo de falta directa. Y por si quedaba alguna duda para la vuelta, remató Giuly el inapenable y casi definitivo pase del barceloan a cuartos de final.