Los cocineros vascos delatados por ETA piden "respeto" tras declarar ante el juez

El cocinero vasco Pedro Subijana ha pedido hoy, tras prestar declaración en la Audiencia Nacional, "un poquito de respeto" hacia él ys su compañeros. Subijana, que agradeció las muestras de apoyo recibidas, hizo estas manifestaciones a los periodistas en su nombre y en el de los otros tres restauradores -Juan Mari Arzak, Carlos Arguiñano y Martín Berasategi- que según el etarra José Luis Beotegi, recibieron cartas de extorsión de la banda terrorista.

La declaración de los dos cocineros ha sido muy breve, apenas 20 minutos entre los dos en los que han contestado a todas las preguntas.

Según fuentes cercanas a la investigación ambos han negado los hechos de los que les acusan aunque de momento el juez mantiene la condición de imputados para preservar sus derechos. Hay un dato objetivo que puede indicar el resultado del interrogatorio y es que la fiscalía no ha pedido ningún tipo de medida cautelar contra ellos, ni fianza ni comparecencias ante la policía.

El juez Fernando Andreu mantiene la investigación bajo secreto sumarial y no descarta citar a los otros dos cocineros a quienes denunció un terrorista por pagar el impuesto revolucionario.

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Una veintena de cocineros vascos consensuaron hoy un comunicado en el que expresan su "tristeza e indignación" ante la situación que viven sus colegas Juan María Arzak, Pedro Subijana, Martín Berasategi y Karlos Argiñano.

Los restauradores, quienes permanecieron reunidos durante tres horas en San Sebastián, se solidarizaron de esta manera con los cuatro cocineros a los que el presunto etarra José Luis Beotegui acusó de pagar a ETA el denominado "impuesto revolucionario".

En el comunicado denuncian que "se quiere linchar sin ningún derecho elemental a las personas que han hecho posible que nos sintamos orgullosos" de ser cocineros.